Los resultados del producto interno bruto (PIB) en el segundo trimestre del año confirman que la economía está disminuyendo su nivel de crecimiento, aseveraron Gerardo Gutiérrez Candiani, Salomón Presburger Slovik y Sergio Cervantes Rodiles, dirigentes de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) y de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), respectivamente.

Aún así negaron que exista preocupación entre los empresarios del país –más que preocuparnos nos ocupamos– y ratificaron sus pronósticos de que el país crecerá 4 por ciento en 2011, aunque en la primera mitad del año apenas llegó a 3.9 por ciento.

Entrevistados por separado, repitieron el discurso oficial de que México tiene una fortaleza y estabilidad económicas de la que carecen otros países y que le permitirá enfrentar cualquier embate externo a pesar de que se les recordó que lo mismo se aseguró en 2008 y 2009 cuando la economía nacional cayó más que el resto de los países de América Latina.

No obstante, alertaron que la caída del sector primario de 3.7 por ciento entre abril y junio representa el punto más vulnerable para la economía dado en un contexto mundial donde los alimentos no dejan de encarecerse y escasear a nivel mundial mientras que a nivel interno aumentó la población en situación de pobreza alimentaria y se mantiene la dependencia externa al respecto.

Nos preocupa mucho, sobre todo por la gente que menos tiene y porque siga la tendencia de aumento de precios. Ya estamos viendo las hambrunas que suceden en África. Nos alarma porque obviamente pega a la gente que menos tiene, entonces aquí el gobierno y los mexicanos tenemos que trabajar mucho para ayudar a los más desprotegidos para que tengan los alimentos que requieren. Debemos tener políticas públicas para hacer el campo mucho más productivo y que no falte la comida, declaró el presidente de Coparmex.

La caída de la producción primaria es alarmante porque el campo es un sector estratégico para nuestro país porque de ahí empiezan las cadenas productivas de los otros sectores, de la industria y los servicios, consideró a su vez Sergio Cervantes.

Si bien destacó el aumento que hubo en varias ramas industriales, incluida la construcción aunque lamentó la caída en minería, admitió que no estamos preparados para una recesión por lo que se deben redoblar esfuerzos para que el retroceso no sea alarmante y compensar cualquier afectación. Insistió en que para ello el mercado interno es la mejor apuesta para crecer, como también lo hizo Gutiérrez Candiani.

También sobre el sector industrial, Salomón Presburger declaró: tenemos que ver cómo le vamos a hacer para salir lo menos contaminados posibles (del entorno internacional) y proteger nuestra planta productiva. Consideró que sólo hasta que salgan los resultados del PIB en agosto se tendrán números duros que indiquen si efectivamente ya hay desaceleración o recesión en la economía. En todo caso, dijo que si la producción industrial baja tenemos que buscar cómo recuperarla y en lugar de preocuparnos, ocuparnos.

Gutiérrez Candiani expresó que por supuesto que hay preocupación por el mercado internacional, pero sobre todo hay confianza en la solidez de la economía mexicana y también hay una clara disposición de qué debemos hacer para fortalecerla aún más si el gobierno federal, el Poder Legislativo, los empresarios y todos los mexicanos hacemos nuestra chamba.