Madrid, 18 de agosto. José Alvano Pérez Bautista, el ciudadano mexicano detenido el pasado martes en Madrid como sospecho de intentar llevar a cabo un atentado con gases asfixiantes y letales, salió en libertad provisional sin fianza, después de que el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Abreu, le tomó declaración.

Pérez Bautista es un químico originario de Quecholac, Puebla, que amenazó con aniquilar a todos los que acudieran a las protestas contra el uso de dinero público en la visita oficial del papa Benedicto XVI a la capital española.

El presunto criminal pasó las noches del martes y el miércoles en la comisaría, donde fue interrogado por los servicios de inteligencia españoles con relación al contenido de una serie de mensajes que escribió desde su despacho en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), donde cursaba una estancia académica. Su eventual objetivo era la manifestación que se celebró ayer en Madrid, en la que decenas de miles de personas expresaron su rechazo al uso de dinero público para una visita de carácter religioso y que se caracteriza por el boato y el derroche.

Pérez Bautista, un ultracatólico que odia a los homosexuales, a las prostitutas y a los laicos, propuso en Internet distribuir botellas de gases letales alrededor de la madrileña Puerta del Sol.

Incluso llamó a unirse a su lucha a otros internautas con la consigna de que había que acabar con esas aberraciones antihumanas y errores de dios.

Según un reportaje que publica el portal informativo Cambio, que se edita en Puebla, Pérez Bautista pertenecía a un grupo de ultracatólicos llamado la Legión de María y durante sus estudios de química ya habría intentado perpetrar un atentado en las aulas universitarias, también con bombas químicas, pero no lo llevó a cabo ante la negativa de sus propios compañeros.

A pesar del perfil de Pérez Bautista y de la alarma social que provocaron sus amenazas, sobre todo en los colectivos de laicos y homosexuales, el magistrado español consideró que no supone una amenaza y lo dejó en libertad.

El sospechoso podrá asistir como uno más a las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), organismo oficial del catolicismo, del que él mismo era voluntario y activo defensor.

En su auto judicial, el juez sostiene que es claro que hay amenazas de males graves constitutivos de delito, al tiempo que explica que en su declaración reconoce que sí decidió escribir esos mensajes, que el detenido considera una broma, lo fue considerando que así lograría frenar las adhesiones a la manifestación y los comentarios favorables a la misma, lo que supondría coartar, bajo amenaza, los derechos de manifestación y expresión de los ciudadanos que pretendiera acudir a la convocatoria o expresar libremente sus ideas.

El auto judicial también explica que los mensajes que aquí se valoran, por su propio contenido y contundencia, la firmeza y reiteración con que son emitidos y la dureza de sus términos, que genera un discurso de odio y desprecio, junto a la utilización de términos químicos que denotan un conocimiento de lo que se está hablando, generando así una racional sensación de veracidad en la amenaza y su posible cumplimiento.

Sin embargo, el magistrado acordó que se deberá valorar más adelante si dichas amenazas deben ser consideradas como aquellas que se observan dentro de los delitos de terrorismo. Este matiz fue vital para que se dictara la libertad provisional y podría ser determinante en un futuro juicio, tanto por la posible condena como por el tribunal que le juzgaría. En los casos de amenazas terroristas la ley prevé penas de hasta 14 años de cárcel, mientras que en las tipificadas como amenazas pueden llevar una pena de seis a 36 meses de cárcel.

En cualquier caso, las organizaciones que convocaron la marcha y que se sienten aludidas tanto por el mensaje de odio estarán atentas al devenir del proceso y una vez resuelto el tribunal que llevará el caso se personarán en la causa.

Así lo confirmaron a La Jornada la plataforma Europa Laica y la Asociación Triángulo, que defiende los derechos de gays, lesbianas y transexuales.

Pérez Bautista tiene la obligación de comparecer ante la comisaría de Salamanca, dos veces al día. Además, le fue confiscado el pasaporte. En la sede del CSIC, el organismo científico más prestigioso del país, explicaron que todavía no se ha abordado este asunto, por lo que hasta que no regresen los directivos de las vacaciones no se decidirá si el alumno imputado podrá seguir cursando sus estudios y utilizando las instalaciones.