El programa está diseñado para atender la pobreza estructural, no la coyuntural, dice Escobedo Zoletto
El mercado laboral está fallando, y es el único medio para solventar las carencias, señala
Viernes 19 de agosto de 2011, p. 19
Oportunidades, el principal programa de política social del gobierno federal, tiene como fin atender la pobreza estructural, no la coyuntural, señala Salvador Escobedo Zoletto, coordinador nacional de dicho programa, ante el incremento de 3.2 millones en el número de mexicanos en pobreza moderada durante los últimos dos años, con lo que dicha cifra se colocó en 52 millones.
Admite que con la crisis que se avecina aumentará la miseria. Todas las crisis económicas generan pobreza.
La población potencial para ser atendida por este programa es de 40.3 millones que están por debajo de la línea de bienestar económico y con al menos una carencia; actualmente en Oportunidades y en el Programa Alimentario (Pal) están inscritos 32 millones, precisa.
En entrevista con La Jornada –en su oficina de Insurgentes Sur– explica, con su iPad a la mano para revisar las cifras, que el programa en sí está diseñado para atender la pobreza estructural. El problema económico genera una pobreza que llamamos coyuntural.
Hay familias que caen en pobreza pero tienen lo suficiente para salir de ella. En esto, Oportunidades no sirve tanto, no es un instrumento realizado para atender esas situaciones
.
Al preguntarle cuántas familias han salido de la pobreza estructural, responde que la evaluación correcta será cuando termine una generación completa y veamos cuántos rompieron esa condición
. Cita declaraciones de Santiago Levy, director del IMSS en el sexenio pasado. “Dijo que el mercado laboral está fallando. Hoy por hoy, cualquiera que quiera salir de la pobreza por sus propios medios tiene que ser por el mercado laboral, no hay de otra. ¿Qué no hemos hecho como país? No nos digan que no hemos actuado cuando tenemos Oportunidades. Hoy los jóvenes en capacidad de trabajar están mejor alimentados, con mejor salud y mejor educados.
–En los componentes de Oportunidades: salud, educación y alimentación, ¿es la calidad de los servicios lo que aún está en duda?
Calidad, punto flaco
–Los tres han sido exitosos; el punto flaco en todos es la calidad. Ha mejorado, pero falta todavía mucho. Hay un estudio que dice que el peor de los mundos es una escuela Conafe (Consejo Nacional de Fomento Educativo) en los altos de Chiapas, donde vimos un cuarto de tres por tres con 20 chamacos de todos los grados, y el maestro es un tipo al que hay que reconocer; estudiaba la prepa y hacía un año como tutor Conafe. No era maestro, los niños lo adoraban. No dudo que diera mucho de sí, pero era un muchacho de bachillerato con alumnos de seis grados en condiciones no adecuadas.
–En 14 años de vigencia de este programa, ¿qué evaluación hace?
–Hay que tener en cuenta que la pobreza es un proceso dinámico; se toma una fotografía en el momento. En trayectorias escolares observamos que los jóvenes que han incursionado en el mercado laboral tienen mejores ingresos que sus padres, pero el tener mayor escolaridad no necesariamente significa mejores ingresos; hace años el requisito para contratar era primaria terminada; hoy para esos trabajos piden la preparatoria. Los jóvenes de Oportunidades hoy acceden a mejores salarios que sus padres.
Escobedo Zoletto rechaza conclusiones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social que señalan que el Pal no llega a las comunidades aisladas, las más pobres del país, pero admite que éste será el primer año en que esa población será atendida.
El Pal inicialmente tenía una población objetivo de pobreza. Lo que muchos pensamos fue eso. Las reglas de operación de 2009 decían que la población potencial era en pobreza, nunca hablaba de pobreza extrema.
Dice que en esas localidades aisladas viven 100 mil familias, y las vamos a atender este año. “Son las que toda la vida han esperado atención (…) Tenemos como principal objetivo llegar a ellas; espero poder hacerlo, pero no lo puedo asegurar al ciento por ciento”.
-¿Con la situación de violencia se ha dificultado llegar a esas localidades?
–Sí, hemos tenido dificultades, incluso mayores que antes, pero no son infranqueables. Por alguna razón, Oportunidades está blindado incluso ante esa situación de violencia. Hemos sido respetados como programa y nuestro personal en esas comunidades. Muchas veces, por cuestiones de seguridad Telecom o Bansefi (que se hacen cargo de la entrega de los apoyos) sugieren algunos puntos de pago, donde la gente tenga seguridad de llegar. Han cancelado algunos, podemos decir que en detrimento de la economía de las familias, ya que puede ser que inviertan más tiempo o gasten más recursos para llegar ahí. No hemos dejado de hacer pagos por esa situación.