Madrid, 18 de agosto. Barcelona lo tilda de lacra, la prensa lo critica con dureza y la imagen de su dedazo a Tito Vilanova da la vuelta al mundo. El entrenador del Real Madrid, José Mourinho, está de nuevo en medio del huracán, pero esta vez podría salir indemne.

Vergüenza, bochornoso, lamentable, triste. Todos son epítetos con los que la prensa describe hoy el tumulto final del clásico del miércoles en el Camp Nou por la Supercopa, un peldaño más en la escalada de tensión entre los azulgranas y los merengues.

En medio de un barullo de jugadores que terminó con dos expulsados, Mourinho protagonizó un acto insólito en el futbol de elite, al meter el dedo en un ojo del segundo entrenador del Barça, que se revolvió y le dio una bofetada.

Luego, el luso se burló del técnico asistente en la rueda de prensa llamándole Pito; “¿Vilanova?, no sé quién es ese Pito. Yo he sido educado en el futbol para jugar como hombres”.

Carlos Vilarrubí, vicepresidente del Barcelona, aseguró hoy que el entrenador blanco es una lacra para el mundo del futbol. El Real Madrid no puede apoyarlo en un hecho como el de ayer.

El defensa Gerard Piqué acusó al portugués de estar destrozando el balompié hispano. No es la primera vez, ya son varias y siempre es lo mismo, así que de alguna forma se tiene que frenar y espero que se tomen cartas en el asunto, no puede terminar cada partido así, mientras Xavi aseguró: La imagen del Real Madrid es patética.

El técnico José Mourinho, de nuevo en el centro de la críticaFoto Ap

El técnico culé, Josep Guardiola, en tanto, celebró en rueda de prensa el título de la Supercopa, aunque sobre los incidentes del final del partido del miércoles advirtió que esto puede acabar mal si no se frena. Yo intento comportarme lo mejor posible y no estoy aquí para dar lecciones a nadie.

Vilarrubí interpretó a Guardiola cuando hoy pidió al Real Madrid que actúe contra su entrenador, pero por el momento el club merengue guarda un silencio que sólo puede entenderse de apoyo a Mourinho, quien acusa a los jugadores del cuadro catalán de fingir o exagerar las faltas.

El capitán del Madrid, Iker Casillas, apoyó las tesis del técnico al final del partido. Si bien es cierto que lo hizo antes de ver por televisión la jugada que provocó el tumulto final. La pertinencia de la tarjeta roja a Marcelo tras su entrada a Cesc Fábregas tiene de una extraña unanimidad entre los analistas españoles.

La Real Federación Española de Futbol se lavó las manos en el caso Mourinho y se remitió a lo expuesto en el acta arbitral para aplicar sanciones.