Washington, 17 de agosto. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo este miércoles que su país no está en peligro de caer en otra recesión económica, pero la recuperación podría no ser lo suficientemente rápida como para lidiar con el desempleo.

No creo que estemos en peligro de otra recesión, pero estamos en peligro de no tener una recuperación que no sea lo bastante rápida para enfrentar una verdadera crisis de desempleo para mucha gente. Y es por eso que debemos hacer más, reconoció en un extracto de una entrevista para CBS grabada para transmitirla el domingo.

En Estados Unidos prevalece una tasa de desempleo de 9.1 por ciento, lo que significa que más de 13 millones de personas están desocupadas.

El presidente Obama dijo este miércoles que el gobierno federal por sí mismo no podía lograr que el mercado inmobiliario se reactive y que pasaría este año y el próximo antes de que el sector se recupere. Cuando se tienen miles de millones de dólares en inventarios de casas en el mercado, el gobierno federal no podrá hacer todo solo, dijo el mandatario en Atkinson, Illinois.

Obama dará a conocer el próximo mes un nuevo plan de crecimiento económico y de creación de empleos, así como un programa para reducir el déficit, que superaría la meta de un comité parlamentario, dijeron el miércoles funcionarios, pero deberá enfrentar la oposición republicana, poco proclive a apoyarlo, cuando faltan 14 meses para la elección presidencial.

Obama presentará su iniciativa durante un discurso que pronunciará poco después del 5 de septiembre, feriado del Día del Trabajo en el país.

Este discurso dará la pauta para una nueva etapa de enfrentamientos entre el mandatario y sus oponentes republicanos en materia de impuestos, gasto y recuperación económica.

Este miércoles, al término de una gira de tres días en autobús por tres estados del norte del país, el presidente prometió que propondrá un plan muy detallado que permitirá incrementar el número de empleos inmediatamente, dará a las personas que lo necesiten la ayuda necesaria y mantendrá la deuda del país bajo control.

Agregó que cuando el Congreso reanude trabajos en septiembre, el argumento básico que le planteará será que no debemos tener que elegir entre poner en orden nuestra fiscalidad o crear empleos y crecimiento.

Según un funcionario del gobierno que pidió mantener el anonimato, el plan comprende un compromiso de reducción del déficit presupuestario superior a 1.5 billones de dólares en diez años, que deberá ser evaluado por una comisión bipartidista creada el 2 de agosto para proponer medidas para la reducción de la deuda estadunidense.