Londres, 14 de agosto. Una semana después del inicio de los peores disturbios sociales ocurridos en Reino Unido desde 1981, cientos de personas se congregaron hoy en un acto celebrado en Birmingham para recordar a las víctimas.

El acto fue organizado por varios grupos locales y eclesiásticos y tuvo lugar en la zona de la ciudad donde el miércoles pasado murieron atropellados tres jóvenes que cuidaban casas y negocios de la comunidad durante una ola de saqueos en Birmingham, secuela de los disturbios iniciados el pasado sábado 6 en Londres y que se extendieron por diversas ciudades hasta el miércoles 10.

Según la policía, unas mil 500 personas participaron en la ceremonia, en la cual se guardó un minuto de silencio por los tres muertos de Birmingham y los dos de Londres.

La muerte en un confuso incidente con la policía del presunto pandillero Mark Duggan, de 29 años, detonó las primeras protestas el sábado 6 de agosto, que devinieron batallas campales con la policía en el barrio popular de Tottenham.

Arrestan a dos sospechosos

El diario The Independent reportó que unas cinco mil personas participaron en la manifestación de apoyo a las familias de los tres atropellados: Haroon Jahan, y los hermanos Shazad Alí y Abdul Musavir. Las autoridades detuvieron a un hombre de 26 años y a un adolescente de 17 por su presunta responsabilidad en los homicidios.

Durante la ceremonia habló Tariq Jahan, padre de Haroon, quien dijo que los tres residentes de Birmingham no murieron en vano, sino por su comunidad. Según testigos, los tres jóvenes se enfrentaron a gente que intentó destruir comercios la madrugada del miércoles y en esas circunstancias fueron atropellados.

Los manifestantes extendieron una manta en la que escribieron: un Birmingham, una ciudad, una voz, una paz, leyenda similar a la que se popularizó en Los Ángeles tras los disturbios de 1992 en la zona sur de la ciudad.

El policía estadunidense que sofocó los actos violentos en la ciudad californiana, Bill Bratton, quien fue responsable de los servicios de seguridad en Nueva York y Boston, fue contratado por el gobierno británico para asesorar a la policía metropolitana de Gran Bretaña, conocida como Scotland Yard.

Varios jefes policiales criticaron este fin de semana la decisión del primer ministro, el conservador David Cameron, quien respondió este domingo a los cuestionamientos con el argumento de que Londres necesita aplicar la doctrina de la tolerancia cero a la más mínima violación de las leyes.

No usamos lo suficiente el lenguaje de la tolerancia cero; pero ahora se nos está empezando a escuchar, dijo Cameron en una entrevista publicada por la edición dominical del diario The Telegraph.

Previamente, el jefe del cuerpo de oficiales de la policía, Hugh Orde, puso en duda la capacidad de Bratton y la posibilidad de recibir alguna lección sobre cómo enfrentar pandillas.

No sé si voy a querer aprender a desempeñarme ante las bandas con base en la experiencia de una región de Estados Unidos donde hay 400 pandillas que causan estragos, dijo.

Si alguien tiene 400 bandas en actividad, quiere decir que su trabajo no es muy eficaz, agregó.

Jon Tully, dirigente de la Federación de Policía de Londres, afirmó a su vez que a pesar de que Bratton tenga un curriculum brillante en Estados Unidos, el estilo de la policía es diferente al nuestro.

Otros jefes policiales reaccionaron con disgusto ante declaraciones de Cameron de que la policía reaccionó de manera ineficaz al permitir que los grupos juveniles extendieran sus acciones a diferentes regiones de la ciudad y fuera de ella, desde el sábado hasta al miércoles.

Cameron ordenó hace cuatro días el despliegue de 16 mil policías para contener la movilización juvenil, que fue calificada por el gobernante y otros políticos de delincuencia.

Algunos medios británicos, como la BBC, siguieron ese discurso y han señalado que no todos los saqueadores eran tan jóvenes, a pesar de que analistas locales han afirmado que los enfrentamientos tienen origen en la inconformidad por la situación económica, los recortes al presupuesto social y el aumento de impuestos. Apenas el 27 de marzo, unas 250 mil personas marcharon en Londres para rechazar las decisiones en torno al gasto público.

Ocho días después de que estallaron los disturbios, mil 414 personas han sido arrestadas y 810 han sido acusadas formalmente por haberse involucrado en saqueos y ataques a las fuerzas policiales.

En Teherán, unas 200 personas protestaron frente a la embajada británica por la salvaje respuesta de las autoridades a la movilización juvenil.

Algunos manifestantes portaron pancartas en las que se leía: Londres 2011. Teherán, 1979. Expulsen a su sha.

La mayoría de las 200 personas eran estudiantes que demandaron el respeto a los derechos humanos para todos los ciudadanos británicos y expresaron su solidaridad con los oprimidos de Gran Bretaña y contra la política de terror de su gobierno.

El encargado de negocios de la legación, Jane Marriott, eludió las acusaciones lanzadas a su gobierno y en respuesta dijo que los jóvenes iraníes deberían demandar igualmente a su gobierno el respeto a derechos similares de los opositores en este país asiático.

En otros asuntos, la policía informó que en la isla de Jersey, en el Canal de la Mancha, seis personas, entre ellas tres niños, murieron apuñaladas, sin que se conozca el móvil. Un hombre fue arrestado, pero las autoridades no han indicado cuál es su relación con los crímenes.