El coreógrafo será homenajeado por sus 85 años de edad y 60 de carrera, el 19 de agosto
Fundador de varias compañías del país, recordó en entrevista que en sus inicios su arte se benefició del nacionalismo de la época
La función de gala se realizará en el teatro Julio Castillo
La danza es como escribir: los coreógrafos tenemos que comunicarnos con el público, decirles lo que pensamos y sentimos con nuestro cuerpo. En la imagen, Guillermo Arriaga durante la entrevistaFoto Roberto García Ortiz
Lunes 15 de agosto de 2011, p. 8
La danza permitió al coreógrafo y ex bailarín mexicano Guillermo Arriaga realizar su proyecto de vida y convertirse en uno de los pioneros de la escena dancística contemporánea. Creó cerca de 300 coreografías para cine, ópera y teatro, así como más de 60 obras de repertorio para diversos grupos folclóricos. Hoy es una de las máximas leyendas vivientes de la danza.
Este 19 de agosto recibirá un homenaje con motivo de sus 85 años, aniversario que cumplió el pasado 4 de julio, y por los 60 de trayectoria artística, con una función de gala en el teatro Julio Castillo a cargo de las compañías Mexicana de Danza Contemporánea y Nacional de Danza Folclórica.
Asimismo, este 15 de agosto, a las 18 horas, en la sala CCB del Centro Cultural del Bosque se realizará una mesa redonda donde se abordará su obra, en la cual participarán Cora Flores, Arnaldo Coen, Adriana Malvido y Héctor Garay.
En entrevista con La Jornada, el maestro Arriaga, Premio Nacional de Ciencias y Artes 1999, recordó su incursión en el arte dancístico, que se debió a un accidente del destino al ejecutar la obra La balada del venado y la Luna, con música y libreto de Carlos Jiménez Mabarack y coreografía de Ana Mérida.
“En un principio, el ballet estuvo pensado para el maravilloso bailarín Ricardo Silva, pero nunca se presentó al montaje, por lo que Ana Mérida decidió que yo interpretara al venado. El maestro Novo quiso presenciar el primer ensayo en el foro del teatro del Palacio de Bellas Artes, y en mi primera aparición, con un público integrado por los funcionarios de la época, me resbalé y crucé de nalgas todo el escenario.
No sé de dónde salió el valor, pero le pedí a Alicia Urreta que repitiera la secuencia de la música en el piano para interpretar el ballet. Desde aquel día, el maestro Novo no me volvió a decir Guillermo, sino Venado.
Sin duda –agregó Arriaga– lo más bello y gratificante que me ha dado la vida ha sido la danza, tanto como bailarín, coreógrafo y maestro
.
Guillermo Arriaga fue el coreógrafo más representativo del nacionalismo en la danza moderna mexicana. Zapata, su obra más importante, marca el momento culminante del nacionalismo dancístico, y la época de oro de la danza moderna mexicana es el testimonio del México posrevolucionario.
Durante este periodo, la generación de los años 50 contó con el apoyo del gobierno para desempeñar el arte dancístico, ya que en ese entonces Miguel Covarrubias era director del Departamento de Danza del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Los jóvenes de esa época recibimos el gran apapacho de quienes dirigían el quehacer artístico en México. Recuerdo que hice un libreto sobre el Día de Muertos y a Covarrubias le gustó mucho, por lo que me propuso que Blas Galindo creara la música y José Chávez Morado la escenografía. Fui afortunado, me tocó la colita del nacionalismo
.
Dentro de sus obras sobresale Zapata, pieza que surgió de una profunda necesidad de proyectar con danza el Manifiesto del Caudillo del Sur. Esta coreografía se estrenó el 10 de agosto de 1953 en el teatro Nacional Studio, dentro del cuarto Festival Mundial de la Juventud, en Bucarest, Rumania.
Para Arriaga, que ha fundado los ballets Mexicano, el Popular de México y la Compañía Mexicana de Danza Contemporánea, una coreografía es una composición que busca transmitir y comunicar; sin embargo, actualmente muchas de las nuevas propuestas dancísticas no se entienden, porque “los jóvenes creadores se sienten genios y les falta humildad. La danza es como escribir: los coreógrafos tenemos que comunicarnos con el público, decirles lo que pensamos y sentimos con nuestro cuerpo.
Pero también hay obras muy valiosas, como las de los grupos Antares, de Hermosillo; Delfos, de Mazatlán, o Contempodanza, de Cecilia Lugo, cuyas propuestas son magníficas.
Arriaga indicó que la Compañía Mexicana de Danza Contemporánea, que dirige de manera conjunta con Rodrigo González, tiene el propósito de rescatar el repertorio de la danza mexicana de los años 50.
En la ceremonia, dicha agrupación interpretará La balada del venado y la Luna, Zapata y el solo Soy, del maestro Arriaga, la cual se estrenó el año pasado y refleja el ciclo de vida del ser humano.
El homenaje Danza, Música y Literatura: Guillermo Arriaga, para conmemorar sus 85 años de vida, contará con la presencia de Ofelia Medina y Pilar Pellicer. El acto se realizará el 19 de agosto a las 20 horas en el teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte s/n). Asimismo, en el recibidor del recinto se montará una exposición documental sobre la trayectoria artística del bailarín y coreógrafo mexicano.