n hecho que llamó mucho la atención y motivó que la principales bolsas de valores del mundo, que ya estaban bajando, cayeran más, fue que una de las tres evaluadoras de deudas en Estados Unidos, Standard and Poor, degradó la calificación del gobierno de ese país. De AAA, la degradó al siguiente nivel, AA+.
Poco antes otra evaluadora, Dagong, de China, ya había devaluado mucho más a ese mismo gobierno. Un antecedente muy importante fue el acuerdo entre el Partido Republicano estadunidense, el más derechista y con mayoría en la cámara de diputados (literalmente, representantes), y el gobierno, del Partido Demócrata. Este gobierno, a cambio de que le aprobaran el presupuesto del año próximo, y condiciones para aumentar el tope de endeudamiento, aceptó una política económica neoliberal, reduciendo drásticamente la intervención en la economía y también el gasto social, comprometiéndose a no aplicar o aumentar impuestos a los multimillonarios.
Esta política económica es muy importante, porque está renunciando a las medidas que se aplicaron ante la crisis que se dio a partir de 2008 en ese país. Se renuncia a posibles medidas defensivas en el posible caso de que se venga una crisis. Y la mayor parte de Europa ya está debilitada en lo económico, y se han estado aplicando políticas también neoliberales.
Otra medida relacionada fue el aumento, por parte del gobierno de Estados Unidos, del límite de endeudamiento, que ya había alcanzado el límite anterior. Un límite multimillonario no podía dejar de molestar a países a los que debe miles de millones de dólares, rebasando incluso el millón de millones. Y al que más le debe es a China.
México también tiene una parte muy importante de sus reservas en bonos del gobierno estadunidense, aunque la cantidad es muy menor a la de otros países. No sólo es el problema de si los vecinos del norte van a pagarles a sus acreedores. También los afectan las devaluaciones del dólar, pues eso implica que se devalúan las reservas de México, las de China y las de muchos otros países. Y no se notan fácil esas devaluaciones, porque el dólar es la moneda de referencia. Sin embargo, se devalúa frente al euro, frente al franco suizo, frente al renminbi o yuan chino, etcétera.
Si un gobierno de un país decide emitir más billetes de su moneda nacional, pues le devalúan su moneda, y le caen arriba
. Pero eso no sucede si el gobierno estadunidense decide emitir muchos más dólares, porque es la moneda de referencia internacional. Y puede emitir más bonos en dólares, endeudándose más, al fin que sus autoridades internas ya lo autorizaron.
El sábado 6 de agosto, ya con los hechos mencionados todos públicos, la agencia china de noticias, Xinhua, lanzó un editorial al respecto que tiene, según los medios de difusión, carácter oficial. Debería introducirse una supervisión internacional sobre la emisión de los dólares, así como la emisión de una moneda mundial de reserva nueva, estable y segura, que también puede ser una opción
. Se trataría de evitar que cualquier país sufra una verdadera catástrofe.
Entonces, se trata de otra posible crisis, tal vez más aguda que la de 2008 en adelante. En el caso de México, su dependencia de Estados Unidos ya la vez anterior nos hizo llegar a 6 por ciento de caída en el producto interno bruto. Y no se ha hecho nada para reducir esa dependencia. Otros países, incluso de América Latina, han diversificado su comercio exterior y también sus relaciones económicas en general, y están en mejor situación ante la posible crisis.
La vez pasada también la crisis empezó en Estados Unidos. Pero la intervención del Estado en la economía, los préstamos del gobierno a bancos y empresas gigantes en general, permitieron un cierto manejo de la situación y frenar una cadena de quiebras. Ahora la crisis parece empezar por el gobierno mismo, que además por el acuerdo con la derecha renuncia a esa intervención estatal. También en varios países europeos se emprendió una política neoliberal. El problema también se expresó en las bolsas de valores.
Una forma que denota que no fue algo momentáneo, sino que tiene mayores plazos, es el precio del petróleo. Su baja así significa que quienes participan en ese mercado consideran que la actividad económica próxima, y el petróleo que van a usar, van a bajar. No sólo están bajando esos precios, sino que la EIA (agencia estadunidense del ramo), la IEA (lo mismo, pero en un plano internacional) y la OPEP, todas prevén reducciones en la demanda de petróleo.
El presidente del Banco Mundial dijo que estamos en los primeros momentos de una tormenta nueva y diferente, no es igual que en 2008
. Agregó que la mayoría de países desarrollados ha agotado su margen fiscal y su política monetaria.
Obama dice públicamente que se debe aprobar la suspensión de las exenciones de impuestos lo antes posible, de preferencia el año próximo. Con esto aumentarían sustancialmente los ingresos del gobierno. Pero, ¿va la mayoría republicana en la cámara de diputados a aceptar que se quiten las exenciones a las empresas gigantes que los han apoyado y a las que ellos han apoyado? ¿Van los republicanos a desperdiciar la ocasión de mandar a Obama al intento de su relección en la presidencia, con una situación crítica en la economía del país?
Otro elemento es que el gasto militar también se está viendo afectado. Algunos síntomas son el inicio de la retirada de tropas estadunidenses de Afganistán y la suspensión de la ayuda militar
a Pakistán, país con el que ha tenido una relación complicada. También en el llamado Medio Oriente se está debilitando su posición y tratan de que sean países europeos los que tengan la carga.
Este es el aspecto de la crisis. El de la moneda que se usa para las reservas de los países también tiene lo suyo. Hay que estar atentos a lo que suceda con el papel del dólar, ante el cual hay posiciones muy encontradas. Pero ya hay cambios importantes, y cada vez más países ya no quieren depender del dólar, cada vez menos estable.
China ha firmado acuerdos bilaterales con varios países para usar como monedas de intercambio las de estos mismos países. También Argentina con Brasil, se pagan las importaciones en la moneda del país exportador.
Varios países latinoamericanos formaron una moneda común para el pago de los intercambios, el sucre, que empezó a funcionar a principios de 2010 y sigue siendo usado cada vez más. Europa también tuvo un sistema similar, que dio lugar al euro. Lo común en todos estos casos es que el dólar queda fuera, y que todo esto ya está sucediendo. México, con gobiernos de derecha, no ha hecho nada así, sino que ha mantenido la dependencia del dólar y de Estados Unidos, como ya dijimos, con todas sus consecuencias.
En el posible caso de que vuelva a haber una crisis en Estados Unidos, la dependencia de México en relación con ellos nos volverá a afectar, y duro, sin importar los discursos optimistas. Las exportaciones a Estados Unidos son una parte importante de la balanza de pagos y si el país vecino reduce sus importaciones por la crisis, como ya sucedió, pues eso va a tener sus consecuencias. Como se ha dicho, si en el norte se resfrían, acá nos toca la pulmonía, o tal vez una enfermedad más moderna.