Economía
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Crecimiento del sector informal echa por tierra optimismo del BdeM y Hacienda: experto

Desempleo, evidencia del efecto en México de la desaceleración en EU

La economía no tiene la capacidad para generar 1.3 millones de puestos demandados al año

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Feria del empleo organizada por la delegación Benito JuárezFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Domingo 14 de agosto de 2011, p. 25

El creciente desempleo y la incorporación de más mexicanos a la economía informal echa por tierra automáticamente el optimismo que prevalece entre las autoridades hacendarias y del Banco de México y demuestra que la desaceleración de la economía estadunidense se cristaliza en México, por lo que hay que quitarse la idea del catarrito, aseguró José Luis Calva, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En Estados Unidos, la desaceleración económica ya se manifiesta en la manufactura, el empleo y en la construcción y esto también se refleja en el caso mexicano, como lo demuestra el débil crecimiento y la baja generación de nuevos puestos de trabajo.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó el viernes que la desocupación se disparó a 2 millones 564 mil 100 en junio de este año, cifra 60 por ciento superior a la registrada al inicio de la actual administración federal y que el número de mexicanos que obtiene su ingreso de la economía informal creció en junio de este año a 13 millones 400 mil personas, 2 millones más que en diciembre de 2006.

Los informes oficiales contenidos en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe) señala que aun cuando en el segundo trimestre de 2011 se creó un importante número de empleos en los sectores de industria y servicios (unos 480 mil) respecto del mismo periodo del año anterior, se registró una pérdida importante de plazas (200 mil), principalmente en el sector agrícola (189 mil); esto equivale a una generación neta de tan sólo 280 mil nuevos puestos de trabajo.

En entrevista, el investigador opinó que la incorporación de más de 13 millones de mexicanos a la economía subterránea demuestra la falla estructural que tiene México para generar empleos. Dijo que estos empleos tienen una baja productividad y remuneración y nula protección social.

Esto lo sustentan datos de la Enoe y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, la generación anual de empleos clasificada por acceso a las instituciones de salud en 500 mil puestos de trabajo en el segundo trimestre del año, la que contrasta con el incremento de 611 mil plazas reportados por el IMSS. Ello implica una pérdida de 111 mil empleos ligados al acceso a instituciones de salud distintas al IMSS, comentaron Arturo Vieyra y Sonia Machain, analistas de la División de Estudios Económicos de Citi-Banamex.

José Luis Calva informó que al año se incorporan a la demanda del mercado laboral, entre hombres y mujeres, un millón 300 mil personas. De éstas 500 mil emigran y la economía mexicana no tiene la capacidad de crear 800 mil empleos anuales.

Explicó que lo anterior ha ocasionado que sean ya 13 millones de mexicanos que han emigrado, principalmente a Estados Unidos, cifra que contrasta con el millón 200 mil emigrados que sumaban desde principios del siglo 20 hasta la década de los 80.

S señaló que México requiere crecer a tasas de 6 por ciento anual para absorber a los jóvenes que están en edad de trabajar e incorporarse a la planta productiva.

Si volteamos para atrás desde la gestión del presidente Lázaro Cárdenas, en la década de los 30, hasta principios de los años 80, México crecía a tasa promedio de 6 por ciento anual y podía absorber toda la fuerza de trabajo y la productividad aumentaba a 3 por ciento anual y había manera de absorber a su población.

Ahora, desde1983 hasta el presente el crecimiento económico medido a través del producto interno bruto (PIB) ha crecido a una tasa promedio de tan sólo 2.1 por ciento anual, pero para que la economía sea capaz de absorber a las nuevas generaciones demandantes de empleo debe crecer al menos 6 por ciento.