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Al minuto 90 el canterano Renato González salvó a su equipo de una derrota

Agónico 2-2 del América en su visita al Volcán
 
Periódico La Jornada
Domingo 14 de agosto de 2011, p. a13

De forma agónica, casi descompuesto, el América arrebató un empate a Tigres en el último minuto. El último de verdad, cuando ya el árbitro Arturo Ramos estaba a punto de llevarse el silbato a la boca para terminar el encuentro, cuando el Volcán estaba a punto de hacer una erupción de euforia.

En ese fragmento efímero, el joven Renato González, quien había entrado para relevar a Matías Vuoso, corrió como desesperado por la banda izquierda, sin perder de vista que por el extremo opuesto la pelota circulaba en los pies de su compañero Isaac Acuña. El centro fue impecable y González metió una zurda que mandó el balón al ángulo, imposible de alcanzar para que el guardameta Enrique Palos interceptara la trayectoria.

Ese gol devolvió la alegría a los jugadores visitantes y regresó el alma al cuerpo al técnico Carlos Reinoso, quien minutos antes lucía desencajado. Ricardo Tuca Ferretti, en ese instante breve en que cambió todo, contrajo los músculos del rostro, todo en él era rabia.

Nunca bajó la intensidad de ese duelo. Apenas había empezado y el América ya había acechado al arquero Palos, en una llegada de la mancuerna Vuoso-Benítez que parecía sería incontrolable.

El primer gol fue soberbio. Un córner que cabeceó Jorge Reyes y que Christian Benítez metió de taconcito. al minuto 17. Tigres no encontraba la manera de entrar en área capitalina, y aunque presionaba por avanzar, la defensa parecía consistente y compacta.

Los felinos tardaron en encontrarse, pero una vez que empezaron a controlar el balón se notó de inmediato el poderío de jugadores como Lucas Lobos, Héctor Mancilla y, sobre todo, Danilinho.

En la segunda parte, Tigres parecía que había recuperado la confianza, en la medida en que las Águilas titubeaban, perdiendo balones, cada vez más incapaces de adentrarse en el área felina.

El tanto del empate fue producto de esa imprecisión americanista, justo cuando Reyes falló un despeje que dio a los pies de Mancilla, quien disparó, pero la pelota fue enviada por Patricio Treviño al fondo de su propia meta (66).

Con ese ritmo, no tardaron los locales de volver a meterse en el área visitante, en una jugada que nació con Lucas Lobos, quien filtró para que Danilinho pusiera medio gol a Mancilla, que sólo tuvo que empujar el balón, al minuto 64. Cuando la derrota de las Águilas parecía inevitable, vino el relámpago de Renato González para salvar a su equipo, que regresa a casa con un sufrido punto.

Con este resultado, los felinos sumaron siete unidades, mientras el América, que tiene pendiente un partido, acumuló cinco.