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La casa en Baltimore, donde vivió el escritor, no ha recibido fondos

Problemas financieros forzarían el cierre del museo de Edgar Allan Poe
 
Periódico La Jornada
Domingo 14 de agosto de 2011, p. 6

Baltimore, 13 de agosto. La casa donde el escritor y poeta estadunidense Edgar Allan Poe vivió en la pobreza durante varios años en el siglo XIX, actualmente convertida en museo, pronto podría cerrar sus puertas para siempre.

Por segundo año consecutivo, la casa, situada fuera del circuito turístico de Baltimore, Maryland (este de Estados Unidos), y en una zona pobre, no ha recibido fondos de la ciudad, que tiene sus propios problemas financieros.

El déficit de Baltimore, una bola de nieve que llegó a los 120 millones de dólares para el año fiscal 2011, ha llevado a la ciudad a apretarse el cinturón y financiar sólo los servicios esenciales.

Desafortunadamente, la casa de Poe no se ajusta al criterio de servicio básico, dijo el director de planificación de Baltimore, Tom Stosur.

Para la casita de ladrillos en la que Poe vivió desde 1832 a 1835 con su tía, su abuela y sus primos Henry y Virginia –quien más tarde se convirtió en su esposa, cuando ella tenía 13 y él 27–, los recortes municipales suponen una pérdida de 85 mil dólares al año, o casi todos los fondos operativos del museo.

Fondos agostados

El museo ha permanecido abierto al público gracias a los actos de recaudación de fondos de los fanáticos de Poe, con lo cual será posible mantenerlo hasta finales de junio del próximo año, dijo el curador Jeff Jerome.

Entre las modestas exposiciones del museo están la vajilla y la cristalería de la casa de los Allan, la rica pareja del estado de Virginia (este), que recibió a Poe después de que su madre y su padre murieron; la noticia de la muerte de los padres de Poe en 1849, a los 40 años de edad; un escritorio portátil y varias pinturas y grabados.

Una foto borrosa en la pared muestra a un hombre misterioso que desde 1949 hasta 2009, en cada aniversario del cumpleaños de Poe dejaba tres rosas y una botella de coñac en la tumba del escritor, situada a 1.6 kilómetros de la casa en la calle North Amity. No tenemos una gran colección, dijo Jerome.

Uno se hace una idea de la pobreza que Poe estaba sufriendo, y la gente aprecia eso. Se pueden ver las paredes que Poe miró, caminar en el piso que Poe pisó, ir a la habitación en que Poe durmió: ésa es la experiencia que queremos que la gente tenga.

Poe escribió varios cuentos cortos mientras vivía en Baltimore, incluso uno que le hizo ganar 50 dólares en un concurso, suma considerable en aquel momento.

Una de las desventajas del pequeño museo es que se encuentra fuera de la ruta turística de Baltimore, en un barrio muy desfavorecido y en una ciudad muy afectada por la crisis financiera.

Una petición para mantener abierto el museo reunió 5 mil 900 firmas de todo el mundo –más de 5 mil personas visitan anualmente la casa donde el autor de La caída de la casa Usher, El corazón delator, El pozo y el péndulo y el poema narrativo El cuervo, pasó parte de su corta vida.

Sería un error terrible e irreversible cerrar la casa, escribió en esa petición Ricardo, de Brasil.

Esta casa es simplemente un tesoro cultural de Estados Unidos que debe mantenerse, señaló Michael, del estado de Georgia. Una edición limitada de un grabado de un cuervo, realizado por un artista local, se vende para recaudar dinero para la casa; un restaurante local lanzó la campaña de recaudación de fondos Centavos para Poe, y la ciudad de Baltimore contrató una consultora para desarrollar un plan de negocios que haga al museo financieramente viable.

Los admiradores de Poe son optimistas ante el próximo lanzamiento de la película El cuervo, inspirada en el poema de Poe y protagonizada por el actor John Cusack como Poe. Creen que el filme ayudará a salvar al pequeño museo de Baltimore.