La fama y el dinero que rodean al futbol no lo eximen de los riesgos que hoy enfrenta cualquier persona en México, señaló el argentino Christian Giménez, al asistir al velorio del ex jugador cementero Ignacio Flores, asesinado la noche del martes en Cuernavaca.

No es el primer hecho violento que atañe al mundo del balompié, dijo conmovido el Chaco: “Uno sale de su casa y no sabe si vuelve sano. Hay que tener mucho cuidado, estamos viviendo en un país de mucha inseguridad.

Esto va más allá de un partido de futbol, esto es la vida. Hoy tenemos la mala fortuna de perder a un gran ser humano, un gran padre de familia, pero así está el país también, afirmó el delantero al coincidir con el técnico, Enrique Meza, quien lamentó: Estamos en manos de gente armada, México ha cambiado mucho.

Al mediodía de este jueves, antes de viajar a Chiapas para enfrentar a Jaguares en la jornada cinco, Cruz Azul hizo un espacio en su agenda para acudir a la agencia funeraria donde era velado Flores, símbolo de La Máquina en la década de los 70.

Entrenador, cuerpo técnico y jugadores, incluso quienes no estaban convocados como Alejandro Vela (lesionado), Jesús Corona y Giménez (sancionados), permanecieron durante media hora en el lugar y participaron en una misa de cuerpo presente.

Es difícil expresar palabras porque uno no puede sentir el dolor de la familia. Con mucho respeto se viene a estar un ratito, a dar el último adiós, porque ahorita es poco lo que uno puede decir, es complicado hablar, afirmó César Villaluz, visiblemente consternado.

El canterano explicó que tenía una relación cercana con Flores, quien durante los años recientes trabajó en las fuerzas básicas y fue visor del club cementero.

Hoy venimos a dar las condolencias a la familia, que es la que más necesita ahora el apoyo, agregó Giménez, quien, tras insistir en que Flores era una persona seria, muy respetada, un padre de familia ejemplar, comentó que el técnico Enrique Meza se encuentra muy afectado por el deceso de quien fue su amigo.

Los jugadores compartieron algunos minutos con familiares del difunto, trabajadores de la cementera y algunos aficionados que se hicieron presentes con playeras de la porra La Realeza y moños negros en el brazo.

Después se retiraron y el cuerpo de Nacho Flores fue trasladado al Mausoleo del Ángel. Él se fue pero su nombre quedará siempre marcado en la historia de Cruz Azul, concluyó el Chaco.

El lateral derecho Flores, considerado por algunos como el mejor que tuvo México en esa posición, jugó profesionalmente durante 18 años, todos con la playera cementera.

Integró la legendaria Máquina, que instauró el sobrenombre por conquistar cinco torneos en un periodo de nueve años (1971-1972, 1972-1973, 1973-1974, 1978-1979 y 1979-1980).