Tiene la oportunidad de influir en el debate legislativo, sostiene
Miércoles 10 de agosto de 2011, p. 10
El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta Javier Sicilia tiene la oportunidad de influir en el debate legislativo y abrir la puerta de éste a otras agrupaciones sociales, aseveró el diputado Porfirio Muñoz Ledo.
Durante la presentación del libro de su autoría La vía radical para refundar la República, celebrada ayer en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEICH) de la Universidad Nacional Autónoma de México, el legislador sostuvo que ese movimiento debe aprovechar las puertas que se han abierto en el Congreso y exigir que cumpla sus compromisos
. Agregó que los integrantes de ese movimiento tienen aliados
entre los legisladores, que los apoyarán.
Entrevistado al concluir la presentación de su obra, Muñoz Ledo avaló que el movimiento de Sicilia se haya levantado de la mesa de diálogo luego que los diputados aprobaron la minuta del Senado sobre la ley de seguridad nacional porque, según el diputado, viola brutalmente los derechos humanos
.
No obstante, conminó al movimiento a asumir un papel protagónico en la discusión legislativa, una vez que los diputados reabrieron esa oportunidad.
Fue bueno que no aceptaran el portazo que se les dio, así fuera involuntario. En principio, se les aseguró que serían tomados en cuenta en el proceso y al día siguiente lo votaron sin invitarlos. Pero ahora tienen una gran oportunidad, porque en el debate acordamos que es un diálogo respetuoso e incluyente en las condiciones del Congreso, que otros pueden ser invitados y que el proyecto puede ser rechazado.
Consideró los movimientos sociales necesitan tener dos frentes de acción: las calles y la mesa, para ser escuchados por los poderes públicos y generar una transformación. Como lo hicimos con el petróleo: protesta, negociación, exigencia y, si es necesario, saltar las trancas.
Durante la presentación del libro, el diputado dijo que el contexto que enfrenta el país requiere de la expresión de la sociedad tanto en la movilización cívica como en los procesos políticos.
Por su parte, el académico universitario Víctor Flores Olea subrayó que la transformación del país parece estar en la fuerza de la sociedad que empuja, exige y demanda
.
Hoy, agregó, las decisiones fundamentales del país no las adopta la ciudadanía, sino los personajes en el poder. “Los partidos políticos han traicionado su vocación y presencia nacional, (por eso) debemos pensar más en la fuerza de la sociedad y los movimientos sociales para que este impasse pueda vencerse.”
Elvira Concheiro, del CEIICH, señaló que ante el desastre que se vive en México no podemos tener miedo a la palabra revolución
, pues ésta no necesariamente debe ser violenta y arbitraria. Necesitamos una transformación de fondo y radical.