En una casona inglesa del siglo XVIII los vivos y los muertos mezclan sus espacios. El bien y el mal, la inocencia de los niños, el deseo de una institutriz de protegerlos, son apenas un atisbo a la puesta en escena de Otra vuelta de tuerca, ópera del compositor Benjamin Britten que tendrá su estreno en México este fin de semana en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, bajo la dirección de Jan Latham-Koening, quien es el candidato más fuerte para asumir el cargo de director artístico de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM), decisión que se tomará en noviembre próximo, cuando la orquesta celebre su aniversario 75.

Latham-Koening, quien trabajó con Britten en el coro infantil que dirigía el compositor inglés, destacó que las de ese autor se ubican en tercer lugar entre las óperas del siglo XX más representadas en todo el mundo, sólo después de las de Giacomo Puccini y Richard Strauss.

Esto nos muestra la influencia que Britten ha tenido en la ópera por su estilo específico y es increíble que con seis cantantes y 13 músicos haya compuesto una ópera, dijo Latham-Koening. Subrayó que se debe abandonar el mito de que “Britten es un compositor contemporáneo cacofónico. Esto es falso.

“Comparado con compositores que nacieron 10 años antes o después que él, el lenguaje de Benjamin Britten es el más conservador de todos porque nunca olvidó la base fundamental de la música: estaba consciente de que sin armonía, ritmo y melodía, la música no valía.

Por eso es el último compositor que verdaderamente se puede comparar con los grandes autores de los siglos XVIII y XIX, subrayó el director concertador de esta puesta en escena, quien ha trabajado en las óperas de Berlín, Viena, Hamburgo, Roma, París, Dinamarca y Londres.

Cuento de espíritus

Otra vuelta de tuerca se basa en The turn of the screw, novela corta de Henry James, la cual ha sido adaptada al cine con el nombre de Los inocentes, y para la producción en la sala Miguel Covarrubias se cuenta con el trabajo de Michael McCaffrey como director de escena, y Víctor Zapatero en el diseño de iluminación.

Esta sala universitaria ofrece además el espacio idóneo para la obra, ya que fue estrenada en un recinto de similares dimensiones, la Fenice, en 1954, dirigida por Britten (1913-1976).

En México se presenta con las cantantes británicas Fflur Wyn y Samuel Boden; las mexicanas, Encarnación Vázquez y Lourdes Ambriz, y los también ingleses Erin Hughes (de 18 años) y Leopold Benedict (de 13 años de edad).

Henry James (1843-1916)

Como cualquier compositor, añadió Lathan-Koening, Britten tuvo óperas mejores y otras no tan buenas, “pero el consenso es que la mejor de todas es Otra vuelta de tuerca”.

Michael McCaffrey, director de escena, recordó que alguna vez, de niño, intentó llevar el papel de Miles, el infante cuyo papel es parte central de la ópera, pero no lo obtuvo. Desde entonces he estado pensando en cómo se puede realizar el papel de este niño. Al estar basada en el texto de James, le da un carácter particular a la obra y permite llevar la tensión dramática más allá.

La novela de Henry James, añadió, tuvo mucho éxito en su época y generó una gran discusión, sobre todo en el ámbito de la literatura fantástica, donde todos se preguntaban si los fantasmas eran reales. James nunca quiso contestar, y se refería a la novela como un cuento de espíritus. Sin embargo, expresó su opinión acerca de los fantasmas que viven en esta ópera, aunque aquí no se transcribe, para que sea el espectador quien saque sus conclusiones.

La tensión del suspenso

Pareciera ser que todo en la novela y la ópera está destinado a destruir esta inocencia representada por los personajes de los niños. Britten fue un niño genio que empezó muy temprano en la música, y pienso que aquí se encuentra una referencia a la inocencia del artista que está llegando a su fin.

Además, una de las cosas fascinantes de esta ópera es que nos muestra las fuerzas del bien y del mal representadas por la institutriz (interpretada por Fflur Wyn) y el mayordomo muerto (interpretado por Samuel Boden).

Otra vuelta de tuerca “es una estupenda historia de fantasmas, casi un thriller, pero con un alto contenido sicológico, y nosotros hemos tratado de mantener esta tensión del suspenso”.

En el escenario uno de los elementos claves es la iluminación, que estuvo a cargo de Víctor Zapatero.

Hay una correspondencia total entre la luz y la música, particularmente en esta obra, y creo que lo hemos conseguido, porque en este caso crea espacios nuevos y tiene que ver con lo inmaterial, dijo Zapatero.

Asimismo, destacó que no es común la ópera en salas como la Covarrubias, que permiten crear un espacio íntimo.

(Otra vuelta de tuerca se presenta este sábado y domingo a las 17 horas. El costo de los boletos es de 300 y 400 pesos, con descuentos a estudiantes y maestros. Informes en la página electrónica: www.musica.unam.mx)