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El banco central determinó responder decisivamente a los embates de los mercados

Compra el BCE deuda de Italia y España para contener la crisis

Busca evitar que esos países dejen de afrontar sus compromisos y requieran ser rescatados

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Sede del Banco Central EuropeoFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Lunes 8 de agosto de 2011, p. 24

Franckfort, 8 de agosto. El Banco Central Europeo (BCE) decidió la compra de deuda pública de Italia y España, en un intento por aliviar los elevados intereses que exigen los inversionistas a los bonos de ambos países. Con esta decisión se busca contener la crisis de deuda de la eurozona y minimizar las tensiones en los mercados bursátiles.

En la tarde del domingo se realizó una videoconferencia urgente convocada por el presidente del organismo, Jean-Claude Trichet, con los consejeros de la autoridad monetaria, en la que se tomó la decisión de aplicar activamente el programa de compra de deuda de países con problemas.

En un comunicado hecho público cerca de las 11 de la noche (hora de España), no se detalla qué tipo de deuda se adquirirá; sin embargo, el documento comienza reconociendo las reformas en Italia y España y la convicción de que es esencial aplicarlas para reducir desequilibrios, lo que significa que la tercera y cuarta economías de la zona euro (Italia y España, respectivamente) serán los países beneficiados por la compra de bonos.

El BCE culminó casi tres horas de encuentro con la determinación de responder decisivamente a los embates de los mercados, según fuentes del organismo citadas por Reuters. El organismo analizó cuidadosamente la situación de España e Italia, y valoró los anuncios de los gobiernos de ambos países en el sentido de acelerar las reformas. El eurosistema intervendrá de forma muy significativa en los mercados y responderá de modo cohesionado, aseguró la misma fuente a Reuters.

El programa de compra de bonos (Securities Markets Programme, o SMP) “ha sido diseñado para ayudar a restaurar una mejor transmisión de nuestras decisiones de política –tomando en cuenta segmentos disfuncionales del mercado– y para asegurar la estabilidad de precios en el área del euro”, señaló el BCE.

El programa se activó en marzo, en principio para adquirir bonos griegos, y el pasado jueves el presidente del BCE habló de reactivarlo, aunque sólo se detectaron movimientos que tenían como objetivo la deuda irlandesa y portuguesa. Pasar de auxiliar a esos países, de reducida dimensión, a intervenir en Italia y España –dos grandes economías– representa un importante paso en la estrategia de la autoridad monetaria.

La medida del Banco Central Europeo tiene el objetivo de evitar que Italia y España sigan el ejemplo de Grecia y dejen de tener capacidad para afrontar los intereses que les piden por su deuda y necesiten un rescate, ya que los bonos de Italia y España han subido peligrosamente. El diferencial de los bonos españoles e italianos respecto a los bonos alemanes llegó a superar el viernes los 400 puntos.

Se espera que la medida encuentre oposición del banco central alemán (Bundesbank) y de otros representantes centroeuropeos. Sus economistas consideran que la compra de bonos es una violación de los tratados de la unión monetaria y que el BCE excede los límites de su mandato y favorece a los países que han gestionado mal sus cuentas.

En tanto, los países del G-7 (Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Japón, Italia) acordaron en una teleconferencia cooperar para evitar los movimientos excesivos en los mercados de divisas, debido a los problemas que suscita la deuda de los países europeos y la degradación de la nota de Estados Unidos por la agencia Standard and Poor’s (S&P), declaró a la prensa el ministro de Finanzas japonés Yoshihiko Noda.

El BCE compró 76 millones de euros en bonos griegos, irlandeses y portugueses, principalmente el año pasado, pero las compras se detuvieron en enero y no hubo ninguna operación en unos cuatro meses.

Críticos afirman que la intervención trajo sólo un alivio temporal a los mercados de bonos y no salvó a países de tener que pedir un rescate del FMI y la UE. La estabilización de los precios de los bonos españoles e italianos requeriría compras mucho más cuantiosas, afirmaron.