rancia es uno de los países que más financia sus medios de comunicación y en particular la prensa escrita. El fondo de ayuda para la modernización de la prensa, creado en 1998, había distribuido para 2008 cerca de 25 millones de euros entre 78 proyectos. De este fondo, el segundo diario financiero y económico –después de Les Echos–, La Tribune había recibido entre 2003 y 2010 casi dos millones y medio de euros. Pero la crisis continúa y, este viernes 5 de agosto, La Tribune anunció el cese de su publicación en papel durante dos semanas de agosto (aunque la versión virtual quedará disponible para los suscriptores y una selección de artículos para los otros consultores), estrategia de ahorro practicada por los diarios gratuitos 20 minutos y Metro, pero no por la prensa escrita que únicamente reduce el número de sus páginas en el periodo estival, cuando cierran muchos puestos de periódicos y se ausentan suscriptores.

Ciertamente, la prensa financiera, más que la política y cultural, tiene poderosos competidores virtuales como es la Agencia económica y financiera, que ofrece noticias de los mercados de Asia en las madrugadas, cuando el papel de otros medios ya ha sido impreso. Tal vez ello explica una derechización importante en este tipo de publicación, como es el caso de Les Echos, comprado en 2007 por el grupo LVMH ( Louis Vuitton-Moët Hennessy) cuyo directivo dijo: Yo no sabía que éste era un diario liberal y anti-patronal, apresurándose a quitarle esas características con actos de censura ampliamente documentados, entre los cuales la famosa negativa a publicar, hace un par de años, una caricatura que apareció simultáneamente en varios diarios europeos, en sus respectivos idiomas, aludiendo a los préstamos del Banco Europeo de Inversiones que van a parar a paraísos fiscales para ser usados por multinacionales en países pobres. Y ahora, con el cierre aparentemente temporal de La Tribune, tal vez Francia se quede sin prensa financiera crítica.

Yuriria Iturriaga