Las deserción escolar de 600 mil alumnos en el nivel medio superior admitida por la Secretaría de Educación Pública (SEP) no muestra la realidad que se vive en las diferentes regiones del país, apunta un estudio de la dirigencia nacional del PRI, el cual establece que el abandono de las aulas es superior a 40 por ciento de la matrícula y la eficiencia terminal no alcanza 50 por ciento.

Especialistas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) advirtieron que México enfrenta el riesgo de producir una generación perdida, al no dar alternativas de futuro a 21.4 millones de niños y adolescentes que viven en pobreza y que difícilmente accederán a la educación media y superior, lo que nos ubica en una situación crítica.

Para obtener los porcentajes que contradicen las cifras de la SEP, el estudio del PRI asevera que en su levantamiento acudió a los planteles ubicados en zonas que tradicionalmente son, además, expulsoras de mano de obra.

Edmundo Ramírez Martínez, secretario de Asuntos Migratorios del sector popular del tricolor señala en La migración, el principal problema que enfrenta la juventud mexicana y su impacto en los indicadores educativos, que si bien la deserción en la educación media superior se presenta en todo el territorio nacional, las tasas de escolarización o cobertura de bachillerato son muy bajas en zonas donde el fenómeno migratorio es latente. Es usual que los jóvenes con más iniciativa emigren, provocando que las comunidades pierdan potenciales hombres y mujeres productivos, detalla en el estudio.

Romualdo López Zárate, ex director del Consejo Mexicano de Investigación Educativa, destacó que la mayoría de quienes no logran acceder a la universitadad los perdemos en la educación básica, nivel donde las tasas de deserción están muy vinculadas con las condiciones socioeconómicas de los alumnos.

Sergio Martínez Romo, especialista de la UAM-Xochimilco, destacó que al menos 40 por ciento de la matrícula en zonas rurales y de escasos recursos acude a escuelas multigrado. Quienes enfrentan las mayores desventajas socioeconómicas asisten a los centros escolares con mayores carencias”.