Refugiado en San Diego, dueño del terreno negociado
con difunta
Miércoles 3 de agosto de 2011, p. 19
El ejidatario Eugenio Sánchez Ritchie, dueño legítimo de los terrenos donde se asienta la regasificadora Costa Azul, propiedad de la trasnacional estadunidense Sempra Energy, denunció que el director de esa empresa, Darcel L. Hulse –quien operó la supuesta compra del área en disputa con una mujer que ya había fallecido–, ahora lo acusa de intento de extorsión, sin pruebas.
Entrevistado vía telefónica desde San Diego –donde se encuentra refugiado y enfermo–, el campesino que fue obligado a abandonar Ensenada por las reiteradas amenazas contra su familia refirió que Darcel L. Hulse es especialista en el chantaje y las amenazas
desde que se desempeñó como presidente en la región Asia-Pacífico de la desaparecida Union Oil de California (Unocal), con un largo historial de violaciones a los derechos humanos y colusión con la dictadura de Birmania mientras se construyó el principal gasoducto en ese país.
Hace unos días, el director de Sempra declaró que la empresa había sido objeto de un intento de extorsión por un grupo de seis personas, entre ellas Sánchez Ritchie. Darcel L. Hulse no aportó pruebas de su declaración y, en respuesta, el ejidatario aceptó exponer su versión.
Ese señor está tocado de la cabeza. Yo jamás me he sentado a negociar nada con Sempra, ni he autorizado a nadie para que lo haga en mi nombre. Todo lo que he hecho ha sido defenderme por la vía jurídica, en los tribunales mexicanos, donde he ganado todos los juicios, porque tengo la razón en lo que defendemos. El señor Hulse debería estar avergonzado, porque soy el legítimo dueño; él lo compró a una persona que había muerto casi un año y medio antes de que se realizara esa supuesta operación.
–Darcel Hulse lo acusa de estar al frente de un grupo de personas que lo quieren extorsionar.
–Yo sólo he defendido mis derechos y mi patrimonio. En ese largo y sinuoso camino encontré muchas coincidencias y apoyos de muchísima gente. Esas falsas acusaciones de extorsión demuestran una desesperación propia de la carencia de argumentos para la opinión pública. Por mi parte, ni un cinco partido por la mitad le he pedido a Sempra; todo lo que he recibido de ellos han sido agresiones, atropellos e insultos.
El ejidatario recuerda que “la farsa de Sempra se vino abajo cuando encontramos el acta de defunción de la señora Elodia Gómez Castañón, con la cual el señor Hulse supuestamente había firmado la operación de compraventa de mi terreno, el 31 de enero de 2006, cuando la supuesta vendedora había muerto desde el 10 de octubre de 2004. Es ahí cuando se les empezó a caer su teatrito. Por eso estoy convencido de que las palabras de ese señor Hulse tienen el propósito de ocultar la burrada de haber firmado un inexistente contrato para despojarme de mi terreno utilizando la identidad de una persona ya fallecida.
–¿Pero sí forma parte de un grupo que pretende extorsionar a Sempra?
–Es irónico que de repente el señor Hulse adopte el papel de víctima y se autoerija y convierta en luchador en favor de las empresas que deseen invertir en México. ¡Por favor, señor! ¿De cuándo acá un tipo como él, con el mal que ha hecho en México y los abusos que ha cometido por donde ha andado, se convierte en un quijote empresarial?
–¿Es verdad que el terreno que usted disputó con Sempra no es importante para las operaciones de esa empresa?
–Mire, por lo que sé y he leído, la empresa tiene mucho terreno, en el cual están los muelles, los tanques y los llamados vaporizadores; ahí realizan sus operaciones. Es decir, en una área distinta a la del citado predio. Pero tengo entendido que una planta de tal magnitud debe tener una área de protección para las construcciones y población circundante a la planta; a esa área se le llama ‘de amortiguamiento’.