Mérida, Yuc., 2 de agosto. Con guayabera blanca, la vestimenta tradicional de Yucatán, el ex presidente Carlos Salinas de Gortari prácticamente se robó el show en el cuarto informe ciudadano que la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco ofreció el lunes pasado en la zona arqueológica de Dzibilchaltún.

Parco con la prensa, Salinas de Gortari se limitó a responder que no son los tiempos cuando se le preguntó si el Partido Revolucionario Institucional (PRI) regresaría a Los Pinos en 2012, como pronosticó el ex mandatario Vicente Fox Quesada.

Un x’men (brujo, en maya) se el acercó para darle la bendición de los dioses. El incienso sagrado rodeó por segundos a Salinas y él, con una sonrisa, aceptó el ritual prehispánico.

Posteriormente el ex presidente tomó asiento en la zona VIP, casi al lado de la alcaldesa de Mérida, Angélica Araujo Lara, considerada delfín de Ivonne Ortega para sucederla en las elecciones del año próximo. Escuchó pacientemente el informe ciudadano, modalidad adoptada por la gobernadora, quien aún debe presentar su mensaje el tercer domingo de octubre ante el Congreso del estado.

Alabanzas a empresarios

Después de una hora de intervenciones de diversas personas que hablaron de los logros del gobierno estatal, con apoyo en videos, Ortega Pacheco apareció ataviada con un terno bordado a mano. Durante 20 minutos alabó a sus patrocinadores: el Teletón, bancos –con los que ha contraído deudas por más de 5 mil millones de pesos, que pagarán las siguientes administraciones estatales durante 25 años– y empresarios, quienes, según ella, son amigos de Yucatán y no se dedican a lucrar.

No hubo referencia a la represión del lunes 4 de julio, cuando grupos de choque priístas apalearon a ciudadanos que se oponían a la construcción de un paso subterráneo en la llamada Glorieta de la Paz, ubicada en el Paseo de Montejo de Mérida.

Al final, tomó una lanza maya y la rompió como símbolo de una nueva era de desarrollo para la entidad. Sin embargo, entre sus logros no hay obras terminadas. Ni una. Promesas para construir hospitales y museos, sí.

Después se celebró una magna vaquería (fiesta tradicional maya), en la cual se dieron cita bailadores de municipios rurales. Ortega Pacheco, diestra en el baile, no desentonó, como si el acto fuera uno más del mundo de la farándula, al cual la gobernadora es afecta.