Inversores coinciden en que es probable una nueva recesión
Miércoles 3 de agosto de 2011, p. 26
Washington, 2 de agosto. El gasto del consumidor estadunidense disminuyó en junio por primera vez en casi dos años. Los ingresos apenas subieron, hechos que sugieren que el crecimiento económico podría mantenerse débil en el tercer trimestre, según un informe del gobierno.
El Departamento de Comercio dijo que en junio los hogares consumieron 0.2 por ciento menos que en mayo, la primera caída desde septiembre de 2009, tras un alza de 0.1 por ciento en mayo. Economistas esperaban que el gasto, que representa cerca de 70 por ciento de la actividad económica de Estados Unidos, subiera 0.2 por ciento.
La baja del consumo en Estados Unidos en junio confirma el mal momento económico por el que pasan los hogares, que se sienten cada vez más dejados de lado a cuenta del crecimiento económico.
El consumo había resistido el alza de precios a comienzo de año, en parte debido al mantenimiento de las bajas de impuestos a los ingresos acordadas en 2001 y 2003. Pero después se estancó, como había mostrado la primera estimación del crecimiento publicado por el gobierno el viernes.
Ahora los gastos son acotados por la subida de los préstamos, así como por el crecimiento moderado de los ingresos
, comentó Ian Shepherdson, de High Frequency Economics.
En junio, los ingresos (expresados en dólares) aumentaron 0.1 por ciento, su alza más débil desde el comienzo del año.
Los hogares son cada vez más las víctimas de la moderación salarial y la prudencia en las contrataciones que impulsan la ganancia de las empresas estadunidenses desde que la economía volvió al crecimiento hace dos años.
Las empresas consiguen el sólido crecimiento de sus beneficios con los aumentos de productividad, de alzas limitadas de salarios y de sus actividades en el extranjero. Aunque eso puede ser bueno a nivel de cada empresa, cuando la mayoría lo hace, la progresión de los ingresos se hace tan limitada que los gastos y en definitiva el crecimiento se evaporan
, advirtió Joel Naroff, de Naroff Economic Advisors.
Según cálculos del FMI, entre las 10 recuperaciones económicas de la posguerra en Estados Unidos, la de 2009-2011 está entre las dos más débiles en términos de empleo y consumo, pero entre las dos más fuertes en términos de órdenes de compra a la industria y de beneficios para las instituciones financieras.
Para John Lonski, de Moody’s Analytics, tras haber sobrestimado las ventajas económicas que se suponía iba a traer el ciclo de reactivación monetaria (de noviembre de 2010 a junio de 2011) y de las bajas de impuestos, el anunciado rejuvenecimiento de la actividad económica en el segundo semestre hasta ahora ha sido ilusorio
, afirmó.
Los inversores coinciden en que hay una probabilidad de 25 a 50 por ciento de que ocurra una nueva recesión.