El mercado interno es el componente más débil de la economía mexicana, pese a que su fortaleza es el mejor resguardo que México puede tener ante las turbulencias de la economía mundial, comentó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

El organismo advirtió que la economía local “adolece del empuje –no del potencial– para ser el motor paralelo y emergente” que el país necesita, sobre todo ahora que las expectativas de crecimiento para 2011 y 2012 se revisan a la baja respecto de las estimaciones de principios de año.

El presidente de la Coparmex, Gerardo Gutiérrez Candiani, criticó que mientras la mayoría de los políticos mexicanos están concentrados en asuntos electorales, la historia del mundo sigue su curso y nuestro país continúa en una posición vulnerable y dependiente.

Recordó que, en 2010, la demanda exterior de productos creció casi 26 puntos porcentuales, frente a un aumento del consumo interno inferior a 5 por ciento, lo que representa menos de la quinta parte. Esta es la medida de nuestra vulnerabilidad.

Gutiérrez Candiani agregó que si bien en México es mayor la clase media que hace dos años, los márgenes de la precariedad también se han expandido.