Icono en América Latina entre los programas asistenciales, Oportunidades sólo alcanza a cubrir 22 por ciento de los recursos que México requiere para que, en términos de ingreso, su población pobre deje de serlo, revela una investigación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Señala que aunque Oportunidades pretende impulsar a las familias mexicanas para que superen su situación de pobreza en ingresos y les pone límites de tiempo como beneficiarias, la inexistencia de redes sociales que las acojan provoca que sólo una de cada cinco familias lo logre y las otras cuatro permanecen en igual condición.

Por otra parte, las familias que se retiran del programa presentaban procesos típicos de reacción o adaptación a crisis económicas (como la deserción escolar, reducción del consumo o aumento del trabajo femenino), con lo que volvían a encontrarse en una situación de alta vulnerabilidad, refiere el organismo en el estudio Programas de transferencias condicionadas. Balance de la experiencia en América Latina y el Caribe.

Además, la mayoría de quienes consiguen trabajo lo hacen en ocupaciones informales, porque viven en zonas con bajas oportunidades laborales y no hay vínculos activos con el sector privado.

Si bien la Cepal reconoce que Oportunidades ha logrado reducir el trabajo infantil porque condiciona la entrega de dinero a que niños y principalmente niñas se mantengan en la escuela, advierte que para las mujeres eso ha implicado un aumento de horas de trabajo doméstico no remunerado.

En 18 países de la región se aplican programas similares y Oportunidades sólo se ubica por debajo de la Bolsa Familia de Brasil en cuanto a antigüedad, tamaño y presupuesto. Aun así es superado por Ecuador, Costa Rica y Uruguay en el porcentaje de recursos que aplica para que los pobres salgan de esa condición, según los cálculos de Cepal y la ONU.

Excluidos, los pobres urbanos

Denominado Oportunidades desde 2002, aunque tiene sus antecedentes en el Progresa de 1997 y el Pronasol de 1988, el programa ofrece lo mismo apoyo alimentario, en salud y educativo, que para el adulto mayor o en el consumo de energía, se ha concentrado en las zonas rurales, pero Cepal alerta que se ha descuidado la magnitud de la pobreza en las zonas urbanas, que concentran más de dos tercios de la población pobre del país.

Hasta 2008 (último año comparable entre todos los países), 5 millones de hogares eran beneficiarios de Oportunidades pero sólo 710 mil vivían en ciudades con más de 15 mil habitantes.