Madrid, 30 de julio. La procuradora general de la República, Marisela Morales, reconoció hoy que no puede garantizar que su círculo más próximo en la dependencia esté implicado o tenga nexos con el crimen organizado. En este sentido se mostró partidaria de ser muy enérgicos con las depuraciones internas, que no se deben ver como debilidad del Estado, sino como fortaleza. Recientemente fueron cesados de sus funciones 462 trabajadores de la PGR –desde jefes y directores de área, hasta personal administrativo–, además de que se abrieron investigaciones contra más de 700.

La procuradora mexicana realizó una gira de trabajo por Italia y España para firmar acuerdos de colaboración tanto en materia de capacitación de funcionarios como de intercambio de información y agilización de los procedimientos penales. Morales comentó que no debe hablar sobre información de esos encuentros, sobre todo la relativa a datos de inteligencia y las supuestas conexiones entre el crimen organizado mexicano con importantes grupos mafiosos italianos y españoles, incluida la mafia siciliana y la Ndrangheta.

En un encuentro con medios mexicanos en la sede de la embajada de México en Madrid, Marisela Morales explicó que desde que asumió el cargo, en abril pasado, se han intensificado las investigaciones en la PGR, con un resultado, hasta la fecha, de 462 trabajadores destituidos y se indaga a otros 700, lo que sería 8 por ciento del total de empleados de la dependencia.

Tenemos que ser muy enérgicos para que no haya impunidad y para que los servidores públicos que estén laborando en la institución sepan que cualquier conducta que se aparte de su deber va a ser sancionada y eso es lo que consideramos que es el mensaje hacia el interior de la PGR, muy claro y contundente, para evitar esas conductas que se detectaron y que no se van a tolerar en la institución.

–¿Tiene garantías de que su círculo más próximo no está implicado en el crimen organizado, como al parecer ocurría con su antecesor en el cargo?

–Para eso estamos trabajando en este gran esfuerzo que sabemos en algunas ocasiones es difícil pero necesario. Si nos enteramos de que hay alguna persona que encima es alguien cercano, es una traición, y no a la persona, sino a las instituciones.

–Sí, pero, ¿puede garantizar que su círculo más próximo está limpio?

–No, en eso estamos trabajando. Los controles de supervisión y de confianza deben ser todos los días y constantes. Cuando empiezas a ver a alguien que no se está comportando de acuerdo con el trabajo que debe desempeñar, en ese momento empiezas a perder confianza. Y eso, por desgracia, ha ocurrido y tampoco podemos pensar que no va a suceder. Es la naturaleza humana.