Naucalpan, Méx., 29 de julio. El gobierno de Enrique Peña Nieto heredará a la próxima administración del mandatario electo Eruviel Ávila Villegas (2011-2017) una deuda pública de 28 mil 510 millones de pesos, además de que estará obligada a pagar una amortización de 3 mil millones 180 mil pesos al cierre de este año, segun la Ley de Egresos 2011, lo que hace del estado de México, una de las entidades más endeudadas del país.

El diputado Enrique Jacob Rocha, de la comisión legislativa de Programación y Presupuesto, expuso que si bien la deuda es cuantiosa, también es manejable . Explicó que en el año 2005 el gobierno estatal estableció acuerdos de refinanciamiento con distintas instituciones de crédito, lo que permitió diversificar el pago de pasivos a plazos hasta de 25 años.

Según el histórico pasivo estatal, en 2005 –al inicio de la administración de Peña Nieto–, la deuda pública ascendía a 29 mil 886 millones de pesos, y se disponía hasta de 4 mil 125 millones de pesos anuales para el pago del servicio del pasivo.

La restructuración del débito determinó una disminución, y en 2009 el monto disminuyó a 28 mil 810 millones de pesos. En 2010, se redujo a 28 mil 283 millones y para el cierre de 2011 se espera que no supere 28 mil 510 millones de pesos, aunque esta última cantidad signifique un repunte de 227 millones de pesos, en relación con el año inmediato anterior.

Es una deuda que se va a pagar en varios años, pero en términos reales significa que se ha reducido el peso de lo que se debe sobre las finanzas estatales, expuso Jacob Rocha, al señalar que el débito público afectaba el uso del presupuesto y ello determinó buscar mecanismos que permitieran contar con liquidez económica.

Autoridades de la Secretaría de Planeación y Finanzas aceptaron que la deuda pública estatal es una de las más cuantiosas del país, pero tiene su origen en elementos demográficos de la entidad, caracterizados por una extraordinaria migración al recibir cerca de mil personas al día.

Puntualizaron que el estado de México registra una tasa de crecimiento anual de 3.1 por ciento, mientras el resto del país crece a un ritmo del 1.6 por ciento, que determina que en la entidad, y en consecuencia, hay un requerimiento mayor de satisfactores, en comparación con lo solicitado a otras entidades federativas.

Establecieron que en los pasados sexenios, la contratación de créditos fue la respuesta para hacer frente a la creciente demanda de servicios públicos, lo que provocaba una pesada carga financiera en ascenso, sustentada en la contratación de créditos financieros. Esto no ha ocurrido en la presente admnistración, aseguraron.

Sin embargo, diputados de oposición aseguraron que junto con el Distrito Federal y el estado de Puebla, el territorio mexiquense es uno de los más endeudados del país, es uno de los más cuantiosos del país y afecta el desarrollo de la entidad.