Estocolmo. El jamaiquino Usain Bolt es desde hace tres años el hombre más rápido del planeta, salvo en Estocolmo, donde este viernes tratará de superar una extraña maldición en su distancia favorita, los 200 metros, en su última carrera antes del Mundial de Daegu. El retorno de Bolt a la capital sueca, un año después de perder ante el estadunidense Tyson Gay, ya era considerada una sorpresa en esta etapa de la Liga de Diamante, a la que se suma el regreso del estadunidense LaShawn Merritt, campeón olímpico y mundial en 400 metros. Vuelve a competir después de 21 meses de suspensión por tres controles positivos por un esteroide, atribuido a un producto para alargar el pene, según la versión de su abogado.