Para el técnico Enrique Meza, una prueba de que Cruz Azul no tiene fuerza en la Federación Mexicana de Futbol es que castigaron seis encuentros al argentino Christian Giménez. Como le parece una injusticia absoluta, pidió que rectifique la comisión disciplinaria.

Tanto el delantero argentino como el portero Jesús Corona pagaron este fin de semana su primer duelo de suspensión por la gresca, en la que intervinieron en la semifinal pasada contra Morelia.

Interrogado ayer al respecto, sobre qué tanto habían pesado sus ausencias ante Tigres, el entrenador celeste respondió: Son magníficos jugadores y los que alinearon lo hicieron bien.

“Lo que me parece un absurdo total es que el Chaco esté castigado seis partidos. Él peleó con una gente que no tenía que estar en el campo de juego”, abundó, y consideró que habría sido diferente si lo hubiera hecho con un rival o con el inspector autoridad.

Recordó que el estadio (Morelos) no fue sancionado y Giménez sí, por lo que me parece una verdadera arbitrariedad.

Y no paró ahí. Durante la rueda de prensa en las instalaciones de La Noria dijo: “Hubo una ocasión que a un jugador le habían dado tres partidos de castigo por unas trompadas que había dado.

Después dijeron no; dio las trompadas porque lo provocaron, y le quitaron dos (juegos de suspensión). ¿No podrán echar una mirada a la injusticia?, porque eso es lo que cometieron.

Meza aludía al caso del colombiano Aquivaldo Mosquera, a quien en agosto de 2009 dejaron su castigo en un partido, ya que tras la protesta del América, la comisión disciplinaria determinó que el zaguero fue provocado por un jugador del Morelia.

El Ojitos dijo que en la sanción a Corona (seis juegos) y en la de él (tres) no hay nada qué discutir, pero en el caso de Giménez están en buen momento para que alguien le eche otra revisada.

Mencionó que en dos ocasiones fue rechazada la apelación de Cruz Azul.