San Cristóbal de Las Casas, Chis., 26 de julio. La mañana de este martes ingresó a México la caravana Paso a Paso por la Paz, que salió el lunes de Guatemala, integrada por unas 150 personas, entre familiares de migrantes centroamericanos y activistas de derechos humanos, que tiene como propósito exigir el cese de secuestros de indocumentados y denunciar las violaciones a las garantías que sufren en su tránsito hacia Estados Unidos.

Heyman Vázquez Molina, director del albergue Hogar de la Misericordia, con sede en el municipio de Arriaga, en la costa de Chiapas, señaló que el grupo fue recibido por unos 50 activistas mexicanos en el puente internacional Suchiate I, en la frontera con Guatemala, y recorrerá la ruta que siguen los migrantes centroamericanos por Chiapas, Oaxaca y Veracruz.

De acuerdo con decenas de denuncias, unos 250 indocumentados fueron secuestrados hace un mes en Veracruz.

Explicó que durante el recibimiento, y en un acto celebrado en el parque del municipio fronterizo de Ciudad Hidalgo, mexicanos y centroamericanos integrantes de la caravana exigieron al gobierno del presidente Felipe Calderón garantizar los derechos de los migrantes y frenar secuestros, desapariciones y abusos contra los indocumentados.

Esperamos que haya oídos a estas peticiones, porque los secuestros están haciendo mucho daño a los migrantes y a sus familiares; los abusos que sufren parecen de película de terror, afirmó Vázquez Molina en entrevista telefónica.

El sacerdote católico expresó su esperanza de que con la caravana se visibilice el problema y mejoren las condiciones de seguridad de los indocumentados, y consideró que el movimiento que encabeza Javier Sicilia está en la misma línea.

Sostuvo que todos debemos unir fuerzas para exigir al gobierno mexicano que haga algo por que se respeten y protejan los derechos de los migrantes, pues no ha habido voluntad política para frenar la inseguridad en México.

Vázquez Molina indicó que tras ingresar a suelo mexicano, sin que las autoridades migratorias les pidieran documentos, los integrantes de la caravana fueron recibidos en la parroquia de Ciudad Hidalgo, donde desayunaron, y después se trasladaron a Tapachula y presentaron testimonios de migrantes que han sido agredidos en territorio nacional.

Comentó que ahí una madre hondureña se rencontró con su hijo, al que no veía desde hace nueve años. Señaló que de ese lugar los casi 150 centroamericanos y unos 50 mexicanos que se les unieron en la frontera se dirigieron a la estación Siglo XXI del Instituto Nacional de Migración, ubicada en Tapachula, donde realizaron una manifestación.

Pedimos que nos dejaran entrar, pero no nos lo permitieron, por lo que afuera hicimos la protesta para dejar constancia de nuestras exigencias, señaló.

Informó que por la tarde el grupo se dirigió a la ciudad de Arriaga para pernoctar en el albergue que dirige Vázquez Molina, donde cada día son recibidos decenas de indocumentados que viajan a Estados Unidos.

Expuso que este miércoles los integrantes de la caravana recorrerán las vías del tren, visitarán el panteón municipal y se trasladarán al consulado de El Salvador en Arriaga, donde presentarán más testimonios de migrantes secuestrados.

Esta es la segunda caravana que se realiza este año en territorio chiapaneco y oaxaqueño por los mismos motivos. La primera tuvo lugar en enero y entre sus promotores figuró el sacerdote católico Alejandro Solalinde, director del albergue Hermanos en el Camino, ubicado en Ixtepec, Oaxaca.

En esta ocasión la caravana coincide con la visita a México del relator sobre Trabajadores Migratorios y sus Familias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Felipe González.

En forma paralela, otro grupo que inició este martes el recorrido de los migrantes por la ruta Tenosique-Coatzacoalcos (municipios de Tabasco y Veracruz, respectivamente) avanza para reunirse con el grupo de Vázquez Molina el día 29 en el puerto comercial de la segunda ciudad.

(Con información de Octavio Vélez)