Durante el sencillo y cálido homenaje realizado a Nunik Sauret (Distrito Federal, 1951) por sus 60 años de edad, amigos y alumnos destacaron tres cualidades que distinguen a la pintora y grabadora: integridad, generosidad y creatividad.

Al mediodía del sábado, en la galería coyoacanense Casa de Luna, se reunió un nutrido grupo de personas para recordar la trayectoria de Sauret como creadora incansable y maestra disciplinada de diversas generaciones.

De manera simultánea se inauguró una exposición retrospectiva con más de 30 piezas de la artista y algunas creadas por sus pupilos. Además, participaron en una mesa redonda la coleccionista Deborah Legorreta, el pintor Roberto Corona y Ángela Galindo, coordinadora del homenaje.

Asimismo se leyeron textos de otros autores, quienes comentaron tiempo atrás la obra de Sauret, como la pintora surrealista Leonora Carrington y Roger von Gunten.

La muestra permanecerá en el espacio cultural hasta el próximo 30 de julio.

En charla con este diario, Nunik Sauret explicó que sus pasiones son el grabado, la pintura y la docencia, actividades que marcaron su trayectoria desde sus inicios, cuando en la década de los 60 egresó de La Esmeralda.

Incluso, desde hace más de una década se ha dedicado a explorar diversas técnicas para mexicanizar/occidentalizar el trabajo que realiza con la estampa japonesa.

Esta técnica, explicó la artista, ofrece alternativas menos dañinas para el medio ambiente y para los creadores.

Desde hace más de 10 años tenía la preocupación sobre las consecuencias de trabajar con ácidos y el daño que ocasionan en la salud, pero a lo largo de este tiempo, y tras tomar varios talleres, he tratado de mexicanizar las técnicas japonesas y crear un estilo propio con los medios que tenemos a nuestro alcance.

Actualmente, explicó la homenajeada, se realizan diversas investigaciones en torno a la gráfica y conviven las técnicas ortodoxas tradiciones con las alternativas.

Incluso, dijo, hay gran efervescencia por el grabado y existen infinidad de talleres en varios estados del país. Me interesa que esta manifestación artística se propague y que los jóvenes artistas se involucren con las nuevas técnicas.

Por su parte, Galindo dijo sobre Nunik Saurte que además de ser una gran artista, es una extraordinaria maestra, quien se distingue por su generosidad al compartir su conocimiento, fruto de su pasión, disciplina y constancia en la experimentación y el estudio de nuevas técnicas.

No obstante, señaló que ninguna instancia cultural ha organizado un homenaje a la artista capitalina, quien ha formado a cientos de alumnos, impartido talleres alrededor del país y dado seguimiento al desarrollo de sus pupilos.

Más allá de los reconocimientos oficiales, que a veces son tardíos o nunca llegan, decidimos convocar a sus amigos y alumnos para rendir tributo a la maestra con una exposición integrada con gráfica, pintura y diversas piezas de sus alumnos Ireri Topete, Roberto Corona, América Villagomez Jaramillo, Salvador Enrique Lacroix y Fernanda Sauret, agregó Galindo.

Nunik Sauret comenzó su carrera artística a los 18 años, tras concluir sus estudios en la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda. A partir de ese momento comenzó una carrera que se ha caracterizado por su dedicación, perseverancia, dominio de la técnica y gran talento, elementos que le ha permitido desarrollar una obra sólida y personal, que refleja toda su sensibilidad y pasión.

Dedicada en sus inicios principalmente a la gráfica, en las dos décadas recientes también ha investigado y trabajado con otras técnicas de pintura, en particular, el temple.

Actualmente, la investigación de técnicas gráficas menos dañinas para el medio ambiente la ha llevado al estudio y la experimentación con técnicas japonesas de estampación, como mokuhanga (xilografía en madera) y mokurito (litografía en madera), con las cuales trabaja desde 2003.

La galería Casa de Luna se ubica en Ortega 23, esquina con Carrillo Puerto, en la colonia El Carmen Coyoacán.