Eduardo Moreno Laparade, sobrino de Mario Moreno Cantinflas, es el titular de la fundación del mismo nombre, la cual fue la impulsora de los homenajes que con bombo y platillo el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) hizo suyos. Aclaró que no requiere autorización alguna para realizar cualquier acto conmemorativo del legendario actor en los 100 años de nacimiento, como lo ha exigido Mario Moreno Ivanova, hijo adoptivo del artista, dueño de los derechos e imagen del cómico y con quien mantiene un litigio desde hace 18 años por los derechos de 39 de las películas del mimo de México.

Moreno Laparade aseguró que en unos cuatro meses se sabrá la resolución sobre pleito de las películas, porque Moreno Ivanova ha comercializado dichas cintas sin su autorización, dijo en entrevista con La Jornada, con motivo del anuncio de dos de los actos más relevantes del homenaje que la fundación que dirige organizó: la inauguración el próximo 25 de julio de una muestra en las rejas de Chapultepec, integrada por unas 140 imágenes con fotogramas, carteles de sus películas y caricaturas.

También se presentará un libro, que contó con el apoyo económico del grupo Gruma, y en el cual se podrán leer testimonios de personajes que tuvieron relación cercana con el actor, además de imágenes inéditas. El acto se llevará a cabo el primero de agosto en el Palacio de Bellas Artes. La entrada es por invitación, ya que la Fundación Mario Moreno alquiló el inmueble y el CNCA sólo facilitó el acercamiento, comentó Moreno Laparade.

“El homenaje –aseguró– lo propusimos nosotros, pero fue apoyado por el CNCA y el Gobierno del Distrito Federal. Nosotros conseguimos el Palacio de Bellas Artes, pero pagamos la renta del acto, por lo que es un acto privado al que sólo se accederá con boleto. Además, el tiraje de los libros –editados por Algarabía– es de 3 mil 500 y no se venderán, sino que se regalarán a amigos y bibliotecas.”

Hay que recordar que Mario Moreno Ivanova, heredero universal de Cantinflas y dueño de los derechos del nombre e imagen del actor, dijo que ni el CNCA ni el GDF le habían solicitado permiso para realizar los homenajes, aunque el pasado 4 julio el consejo mandó una carta, como lo pidió; sin embargo, hasta el momento nadie del gobierno capitalino lo ha contactado para que dé su aval para la exposición en las rejas de Chapultepec ni para el lanzamiento del libro.

No creo que el máximo recinto de la cultura en México, como es Bellas Artes, se preste a presentar una obra no autorizada, dijo el hijo de Cantinflas.

Casi dos décadas de litigio

Mientras Moreno Laparade afirmó: El señor exige que se le pida autorización para colgarse del acto, pero en 18 años que tiene de fallecido mi tío no ha hecho un solo acto, más que lucrar y acabarse la fortuna de su papá. Se ha terminado el dinero, la imagen y la fortuna de mi tío. Nunca en su vida ha trabajado.

Aceptó que Moreno Ivanova es heredero universal de Cantinflas, “pero el dueño de las películas soy yo. Me las cedió mi tío el 4 de marzo de 1993 ante en un notario público en Houston, en un documento denominado agreement (acuerdo, en español), asentado en la Dirección de Registro Público del Derecho de Autor (dependiente de la Secretaría de Educación Pública con registro 20210, libro 17, con fecha de 28 de septiembre de 1993). Desde entonces estamos en litigio, porque las ha querido vender, pero su destino es la cárcel... Sin embargo, no puedo mover un dedo hasta que no salga la decisión final. Él se amparó, por lo que tendrá que desahogarse una prueba más en Houston y resolverse la sentencia final en el juzgado de la primera sala familiar de la ciudad de México.

“En un agreement, una simple hoja, mi tío ordenó a su abogado que se la diera al notario público para cederme así los derechos de esas cintas, que ya pertenecían a la masa hereditaria de mi tío. En cuatro meses habrá una resolución.”