Ginebra, 19 de julio. El actor español y ganador del Óscar, Javier Bardem, exhortó a la creación de un tratado internacional que defienda los derechos de los actores y luche contra la piratería, durante una intervención en la sede de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), de la Organización de Naciones Unidas.

Ante embajadores y miembros de la OMPI, Bardem afirmó: Los actores somos el único colectivo de creadores que carecemos de un tratado internacional y tal circunstancia no es justa ni conveniente para los actores ni para la industria.

En conferencia de prensa el protagonista de Biutiful (dirigida por Alejandro González Iñárritu), Bardem habló en nombre de los miles de actores que cada día se levantan para buscarse la vida de la manera más digna posible y se dijo uno del 10 por ciento de actores afortunados, en tanto que 90 por ciento no puede vivir plenamente de su profesión.

Más allá de los focos y del glamur, hay una cantidad ingente de trabajo, esfuerzos, renuncias, sacrificios y riesgos. Los actores amamos una profesión que, sin el factor vocacional, resultaría imposible, expuso el actor de Sin lugar para los débiles.

Bardem reivindicó los derechos de propiedad intelectual para esta gran mayoría de actores en todo el mundo y agregó que en nombre de ello pide poder participar en alguna medida de los rendimientos económicos de las obras.

Explicó: “A través de los denominados derechos de simple remuneración (en los países en que rige el derecho de autor) o de los residuals (en aquellos países con el sistema de copyright)”.

En la conferencia de prensa, indicó que se trata de disponer de unos derechos similares a los que ya gozan guionistas, directores o músicos.

Respecto de la piratería consideró que es un delito que priva de derechos fundamentales a muchas familias de actores que participan en los filmes sin llegar a ser los protagonistas.

La piratería más allá de que sea un crimen o un derecho, a ciencia cierta es un delito, porque se priva de un derecho fundamental a muchas familias que están detrás de los proyectos, sostuvo.

Lo que más me inquieta es la manera de pensar, continuó Bardem, el hecho de que algunas personas piensen que tienen el derecho a bajar un contenido de Internet sin pagarlo, porque es como decir que puedo ir a una tienda, tomar productos y salir corriendo con ellos sin pagar... Es lo mismo, es robar.

Bardem, quien afirmó que jamás ha bajado una película o una canción pirateada, reiteró que aunque comprende los motivos económicos que hay tras la piratería, ésta sigue siendo una forma de robo.

Y la mentalidad de la gente es que piratear es bueno, porque afectará al actor que tiene un jet privado. Pero están equivocados, pues están afectando a la gente que está detrás, puntualizó.

La inmensa mayoría de actores y artistas no se benefician del uso de sus interpretaciones en Internet, concluyó el protagonista de Mar adentro.

Resulta esencial que se encuentren medidas que garanticen a los artistas una remuneración o participación en los resultados de tales usos, subrayó.

Más de 90 por ciento de los actores tienen graves problemas para pagar el alquiler, facturas, e incluso para comer, dijo a la prensa antes de hablar a los dignatarios que negocian un tratado para proteger el trabajo en el campo audiovisual.

La remuneración de los actores es crucial. No para gente como yo, pero para los que tienen problemas para vivir de su trabajo, dijo Bardem, quien está casado con la actriz Penélope Cruz, con quien tiene un hijo.

Independiente a condiciones laborales

Todo ello independientemente de las condiciones de trabajo del actor y el contenido de sus contratos con los productores, señaló el español.

Bardem, quien ganó un Óscar por su papel de un implacable asesino en Sin lugar para los débiles, fue invitado junto con otras figuras cinematográficas a la reunión de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual sobre derechos de autor.

Francis Gurry, director de la OMPI, dijo que “los derechos de los trabajadores en el campo audiovisual no han recibido la adecuada protección a escala internacional... como sí ha ocurrido con los trabajadores de la música.

En una película, el guionista es protegido, el músico es protegido, el compositor es protegido, pero no el actor, precisó.