Los Ángeles, 18 de julio. Bajo la dirección de Gustavo Dudamel, y en el papel estelar la soprano Christine Brewer, se estrenó la nueva producción de la ópera Turandot, de Giacomo Puccini, el pasado domingo en el Hollywood Bowl de esta ciudad.

La Filarmónica de Los Ángeles, encabezada por el director venezolano, participó en el montaje en beneficio del fondo de pensión para sus integrantes.

Previo al estreno de esta obra ambientada en China y concluida por Franco Alfano tras el fallecimiento de Puccini, la cantante afirmó que estaba lista –a sus 55 años– para interpretar el intimidante papel.

Brewer entró al mundo de la ópera relativamente tarde, a la edad de 30, cuando muchas sopranos ya han pasado su mejor momento, pero afirmó que ella puede ahora manejar uno de los más exigentes roles del repertorio lírico.

Turandot ha sido siempre un papel que me intrigó, y siempre pensé en él. Gente me pidió que lo cante, y lo rechacé en un par de lugares, dijo.

Brewer subió al escenario por primera vez el domingo como la terrible princesa de hielo que ejecuta metódicamente a aquellos que buscan su mano en matrimonio y son incapaces de responder a los tres enigmas que ella plantea.

El papel principal ha sido interpretado por algunas de las mejores cantantes del siglo XX, de María Callas y Birgit Nilsson a Joan Sutherland y Montserrat Caballé.

He estado trabajando en él durante un par de años, consiguiendo lentamente imbuir el personaje en mi cuerpo, mi mente y mi voz, dijo Brewer.

Gustavo Dudamel dirigió a la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles en una función en beneficio de un fondo de pensión para músicosFoto Ap

Sin embargo, muchas veces Turandot es unidimensional: la princesa de hielo furiosa y cruel... para hacer creíble que ella y Calaf pueden tener una relación... tienes que empezar a mostrarla como un ser humano.

Así, debo tener un enfoque muy lírico y evitar la tentación de gritar o desarrollar un papel muy duro, añadió.

Brewer dice que ella puede agregar la función de Puccini a su repertorio hoy en gran parte gracias a su paciencia y la cautela que ha sido un sello distintivo de su vida. He tenido un viaje inusual en mi carrera.

Yo no canto Wagner desde que tenía 40 años. Siempre miré una parte del gran cuadro y dije está bien, en 10 años me gustaría estar cantando esto, en 15, me gustaría esto otro, recordó.

Pero creo que a largo plazo, y esto le digo a mis alumnos, si puedes ser paciente y puedes decir no a las cosas más temprano en tu carrera, tú puedes y deberías estar cantando hasta que tengas 60 años.

Una de sus mayores influencias fue la legendaria soprano sueca Birgit Nilsson, cuya voz era tan poderosa que Turandot parecía un paseo tonificante por ella.

Fue Nilsson quien aconsejó a Brewer que esperara antes de cantar la princesa de hielo. Yo tenía 30 años entonces, y ella tenía toda la razón.