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Expertos proponen en París prueba de la retina para diagnóstico

Relacionan riesgo de desarrollar Alzheimer con caídas frecuentes
 
Periódico La Jornada
Martes 19 de julio de 2011, p. 3

París, 18 de julio. Un grupo de investigadores informó que quienes corren riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer son dos veces más propensos a caerse que las personas saludables. Otro equipo de expertos descubrió que la enfermedad podría detectarse mediante controles visuales.

Los estudios, presentados en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer, que se realiza en París, son parte de la gran búsqueda de formas para detectar la enfermedad antes de que comiencen los problemas de memoria, momento en que los fármacos y tratamientos tienen mejores posibilidades de éxito.

No creo que podamos esperar que las personas desarrollen la enfermedad de Alzheimer o Alzheimer leve. Creo que necesitamos actuar antes de eso, dijo durante la conferencia el doctor William Klunk, del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer, del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh.

Controles actuales

Actualmente los investigadores suelen usar controles cerebrales y pruebas del líquido espinal para detectar cambios relacionados con el Alzheimer, pero son costosos y no practicables de manera amplia, además de que ninguno se ha aprobado para uso rutinario.

Por ello, los expertos buscan otros caminos que ofrezcan evidencia de que la enfermedad está en desarrollo antes de que aparezcan los síntomas.

Susan Stark, de la Universidad Washington, en Saint Louis, observó si las caídas frecuentes podrían ser una señal de advertencia temprana de la enfermedad. Su equipo estudió a 125 personas que se sometieron a controles cerebrales y brindaron muestras de su líquido espinal.

Cada participante realizó un registro diario sobre cuántas veces se caía durante ocho meses.

Los investigadores hallaron que las personas cuyos controles cerebrales detectaban Alzheimer presintomática eran dos veces más proclives a caerse que aquellas con registros normales.

Éste es realmente el primer estudio que evalúa las caídas en fases preclínicas de la enfermedad, dijo Stark.

Sugiere que mayores tasas de caídas podrían aparecer en el principio del proceso de la enfermedad, añadió.

En otro estudio, Shaun Frost, investigador de la Organización Científica e Industrial de la Commonwealth, agencia nacional de Australia, analizó si los cambios en la retina –relacionada con el cerebro– podrían usarse para detectar de manera temprana la enfermedad.

Es mucho más fácil obtener una imagen de la retina que hacer un control cerebral, dijo.

El equipo de Frost reveló que el ancho de ciertos vasos sanguíneos era significativamente diferente en pacientes con signos tempranos de la enfermedad, comparado con las saludables.

Los participantes en el pequeño estudio que presentaban vasos sanguíneos anormales en los ojos también tenían depósitos de una proteína relacionada con la enfermedad, conocida como beta amiloide, según tomografías por emisión de positrones (TEP).