Para la industria tabacalera se confirma que el aumento de impuestos disparó contrabando
Los gravámenes, argucia de los empresarios para no pagar más tributaciones: Salud
Lunes 18 de julio de 2011, p. 27
La advertencia de la industria tabacalera sobre que el incremento en los impuestos a las cajetillas de cigarros dispararía el mercado informal parece haberse cumplido en el primer semestre, periodo en el cual el Servicio de Administración Tributaria (SAT) decomisó casi un millón y medio de cajetillas (28 millones 610 mil cigarros) destinadas al mercado negro. Para la Secretaría de Salud el argumento del alza en el contrabando es una argucia de la industria para evitar más tributos.
Desde 2010, cuando se discutía en el Congreso la pertinencia de elevar la carga impositiva a los cigarros para disminuir el consumo, la industria tabacalera aseguró que los incrementos de impuestos iban a disparar el contrabando, lo que pondría en riesgo no sólo las finanzas de las empresas, sino a los consumidores, debido a que dichos productos no cumplen con las regulaciones nacionales.
El director de asuntos corporativos de British American Tobacco (empresa que mantiene 35 por ciento de participación en el mercado mexicano con marcas como Camel y Raleigh), Carlos Humberto Suárez, sostuvo que el incremento de gravámenes no ha logrado disminuir el consumo y sólo lo ha trasladado al mercado ilegal
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Actualmente, recordó, 70 por ciento del precio de venta de una cajetilla corresponde al pago de impuestos, lo que es un incentivo para detonar el comercio ilegal.
La industria no ofreció una cifra sobre las pérdidas que le representa el contrabando, pero el directivo dijo que sólo las 930 mil cajetillas incautadas en tres operativos efectuados en junio pasado tenían un valor de mercado de más de 30 millones de pesos.
Suárez consideró que las incautaciones de las autoridades son sólo la punta del iceberg
de un problema de dimensiones incalculables
.
Sin embargo, de acuerdo con su página de Internet, la compañía tiene una producción de 12 mil 500 millones de cigarros al año para el mercado local, por lo que los 28.6 millones incautados representan apenas 0.2 por ciento de su producción anual, aunque se desconoce cuántos sí lograron introducirse en el mercado nacional.
El titular de la oficina nacional para el control del tabaco de la Secretaría de Salud, Justino Regalado Pineda, consideró que el argumento del alza en el contrabando no es más que una argucia de la industria para tratar de defenderse de los impuestos.
El funcionario sostuvo que, de acuerdo con resultados preliminares de la encuesta de tabaco en jóvenes (que estará lista a finales de año), menos de cuatro por ciento de los consumidores de tabaco recurren habitualmente al mercado ilegal.
No obstante, según un estudio de la tabacalera Philip Morris de México, es un hecho que el contrabando se ha extendido a todo el país y la mayor incidencia se da en diez estados, donde la comercialización de dichos productos de procedencia ilícita alcanza hasta 30 por ciento de los puntos de venta.
De acuerdo con la firma (que controla 60 por ciento del mercado de cigarros en México y comercializa las marcas Marlboro y Delicados, entre otras), en Chihuahua 31.1 por ciento de los puntos de venta de cigarros –como tiendas de abarrotes, misceláneas y puestos de revistas– venden productos introducidos al país de contrabando.
Le siguen Michoacán, Aguascalientes y Baja California, donde la presencia de cigarros no domésticos alcanza 26, 23 y 20 por ciento, respectivamente.
Hasta la fecha se han detectado más de 50 marcas y 80 presentaciones de cigarros que no cumplen con la legislación vigente en México, según Philip Morris de México.
La mayoría de los productos provienen de países como Vietnam, China, India, Paraguay y Estados Unidos. Algunas de las marcas que se comercializan en el mercado informal son Seneca, Marshal, Denim y Hills.