En su libro, Marina Castañeda advierte fallas graves en la comunicación
Escuchar, facultad humana que debe cultivarse, si no, se pierde
Reconoció que la convivencia actual es mucho más compleja que hace 30 años, por lo que es necesario adaptar nuestra forma de relacionarnos
Lunes 18 de julio de 2011, p. a12
La sicoterapeuta Marina Castañeda, autora del libro Escuchar(nos), advirtió que la facultad de escuchar se está perdiendo en la sociedad a causa de las nuevas tecnologías, con consecuencias graves tanto para quien no presta atención como para quien no es atendido.
“Los que no prestan oídos –expresó la especialista– están condenados a vivir en una especie de cámara de ecos; su vida es un monólogo y conviven a su vez con personas que también están en su monólogo. Nos vamos cerrando intelectual y espiritualmente, porque no escuchamos opiniones diferentes a las nuestras y se pierde el intercambio de ideas y la posibilidad del diálogo.”
Reconoció que la convivencia actual es mucho más compleja que hace 30 años, y que es necesario adaptar nuestra forma de relacionarnos a un mundo mucho más complicado y multidimensional que el que conocieron nuestros padres o abuelos.
Nuestra capacidad de escucha es cada vez menos natural y más difícil, porque diariamente, merced la urbanización y la globalización, nos topamos con gente radicalmente diferente a nosotros. Escuchar es una facultad humana que tiene que cultivarse, si no se cultiva y desarrolla, se pierde.
Castañeda aseguró que existe gran soledad en la sociedad, de ahí el interés de la gente de crear relaciones virtuales en las redes sociales.
Éstas han propiciado la ilusión de que estamos todos conectados, somos amigos y estamos pendientes unos de otros, pero para nada, es pura ilusión
, aseveró la sicoterapeuta.
La autora de Escuchar(nos), editado por Taurus, señaló que escuchar es más complicado de lo que parece, ya que implica poner atención, lo cual no es fácil, porque debido al entorno, la gente realiza de tres a cinco actividades a la vez, y esto impide la concentración y focalización, la esencia de poner atención.
“Hoy día, nos interesa muy poco conocer personas diferentes, siempre buscamos lo mismo, gente con nuestros mismos gustos, y nos cuesta trabajo acercarnos a los que son distintos; tenemos inclinación por la gente parecida a nosotros.
Pero escuchar al otro implica también mostrar interés, no basta con escucharlo pasivamente, hay que mirar a los ojos a las personas, hacerles preguntas, comentarios, porque si no lo hacemos la otra persona no se sentirá escuchada.
Para la sicoterapeuta, los celulares, smartphones o la computadora obstaculizan la comunicación en lugar de facilitarla: “El messenger, correos electrónicos y mensajes de texto contribuyen a que se pierda la comunicación no verbal, como la mirada, los gestos, la expresión de la cara, parte esencial de toda comunicación”.
En el volumen, la autora analiza las dinámicas sicológicas profundas, en su mayor parte inconscientes, de la escucha, así como las relaciones de poder, reglas de intercambio, patrones culturales y aspectos sociales y económicos que la rigen.
Castañeda enfatizó que el ruido se ha vuelto tan abrumador que ha provocado que desaparezca el silencio, convirtiéndolo en un bien de lujo que se compra y se vende.
“Es gravísimo que el silencio se pierda, porque ha sido parte de nuestra condición humana. El silencio era un lugar de reflexión, de introspección, de ensoñación, que ya no existe; era también un espacio en el que podíamos compartir.
Al perder la facultad de escuchar, el vínculo con los demás, también perdemos conexión hacia dentro, con nosotros mismos, ese espacio de introspección que es tan importante
, sostuvo la especialista.
La autora recomendó que para reaprender a escuchar, la regla de oro es aprender a callarse y desarrollar interés por los demás, la empatía. Asimismo, en su página de Internet, www.marinacastaneda.com, ofrece a los lectores el primer capítulo de Escuchar(nos).