Residentes del Centro Histórico de la ciudad de México acudieron al Instituto Nacional de Antropología e Historia para solicitar que realice un peritaje en las calles del primer cuadro de la ciudad para que garantice que de operar la línea 4 del Metrobús, los edificios considerados como monumentos artísticos o históricos no se verán deteriorados o afectados por el paso constante de este medio de transporte.

En una carta dirigida a la directora de Licencias, Inspecciones y Registro del INAH, Ana María Lara Gutiérrez, los inconformes con este proyecto también pidieron que informe si existe un permiso que avale esta obra.

El escrito presentado por Pablo Gutiérrez, representante vecinal de la zona, señala que de manera unilateral las autoridades del gobierno capitalino decidieron instalar la línea 4 del Metrobús por calles del Centro Histórico, sin que se informe a la ciudadanía y mucho menos a los residentes sobre este proyecto.

Detalla que para que opere este medio de transporte será necesario cerrar las arterias que convergen con las calles en que circulará, como es en particular el caso de Miguel Alemán y República de Venezuela, que están copadas de comerciantes ilegales.

Ello, a raíz de que la única manera de hacer respetar que no invadan el paso del Metrobús las calles tendrán que ser enrejadas, propiciando con ello la obstrucción del libre tránsito al que tienen derecho todos los ciudadanos.