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Aprueban eliminación mundial
Fernando Bejarano G. Los países participantes en la Quinta Conferencia de las Partes del Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs) reunidos en Ginebra, Suiza, del 25 al 29 de mayo pasado, decidieron por consenso terminar con la producción y el uso mundial del insecticida endosulfán, salvo algunas excepciones específicas, e implementar alternativas que incluyan mecanismos no químicos de control de plagas. El gobierno de México, al igual que los otros 126 signantes, está obligado a cumplir. La decisión enlista al endosulfán en el Anexo A del Convenio de Estocolmo como un nuevo COP, para terminar con su producción y uso a escala mundial, con excepciones otorgadas a India, China y Uganda, en combinaciones cultivos-plaga específicos en algodón, café, tabaco, té, mango, manzanas, maíz, entre otros. El plazo de las excepciones es de cinco años con posibilidad de renovarse otros cinco. La decisión representa una enmienda al Convenio y entrará en vigor a partir de mayo del 2012. El acuerdo de eliminar al endosulfán se fundamenta en la recomendación del Comité de Examen de los COPs, que es un órgano científico subsidiario del Convenio de Estocolmo, donde participan 31 expertos nominados por los gobiernos de las distintas regiones, y observadores de organizaciones no gubernamentales, particularmente de la Red de Plaguicidas Internacional (Pesticide Action Network) y de la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes Orgánicos Persistentes (IPEN) que se unieron a la campaña internacional iniciada por organizaciones de la India para la prohibición mundial de este químico. El Comité de expertos elaboró un perfil de riesgo del endosulfán, donde se examinaron las evidencias de su toxicidad, persistencia y bioacumulación, y una evaluación de la gestión del riesgo, donde se examinaron las alternativas para la sustitución y su viabilidad técnica y económica. En México organizaciones de la sociedad civil (160 rurales, ambientalistas, de científicos, etcétera) demandaron la cancelación del registro del endosulfán en México en una carta colectiva entregada a las secretarías de Salud, Medio Ambiente, Agricultura y Relaciones Exteriores el 30 de marzo de 2011. Suscribieron también la demanda académicos de las universidades Autónoma Chapingo, Nacional Autónoma de México (UNAM) y Autónoma Metropolitana (UAM); del Colegio de Postgraduados en Ciencias Agrícolas, y del Colegio de la Frontera Sur, entre otros. Según datos oficiales, el endosulfán ha estado autorizado en México para su uso en más de 30 cultivos, incluyendo hortalizas, gramíneas, leguminosas y frutales. Del 2002 al 2010 se importaron cerca de cuatro mil toneladas del insecticida para su formulación, provenientes de India, Israel y Alemania. Entre los principales importadores han estado Bayer, que ya lo retiró del mercado mundial; Velsimex; Kooor Internacional, y Gowan, que lo produce en Estados Unidos, donde ya no lo podrá vender. El endosulfán es sumamente tóxico para los seres humanos y la mayoría de los animales: afecta el sistema nervioso, es probable causante de mutaciones y hay evidencias de que es un disruptor endócrino y afecta la salud reproductiva. Es un insecticida organoclorado que puede acumularse en las grasas de los alimentos e incluso llegar a contaminar la leche materna, lo que pone en riesgo a la población que debe ser más protegida. El endosulfán es altamente tóxico para los peces y en México se ha observado su presencia o de compuestos derivados en diversos ecosistemas acuáticos en Veracruz, Tabasco, Campeche, Sinaloa y Chiapas, lo cual implica un riesgo potencial de las actividades pesqueras. Incluso se encontró endosulfán en agua purificada de tres marcas comerciales en la Ciudad de México el 2009, lo que indica ya su posible infiltración en mantos acuíferos. Hasta el momento, el endosulfán ha sido prohibido o se ha puesto fecha límite para cancelar todos sus usos en 180 países, incluidos la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y en América Latina: Belice, Colombia, Jamaica, Paraguay, Sta. Lucía, Venezuela y Brasil que era uno de los principales consumidores. En las opciones al endosulfán se deben considerar no sólo otros insecticidas químicos; son alternativas no químicas que ya ofrecen otras empresas de control de plagas, y hay un creciente número de experiencias exitosas de manejo agroecológico de plagas y de agricultura orgánica. En el mensaje de apertura de la conferencia del Convenio de Estocolmo, el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Mark Davis. declaró que “la FAO cree que es perfectamente posible producir cultivos sin usar endosulfán” y debe “asegurarse que se remplace el uso de endosulfán lo más rápidamente posible”. Por las atribuciones que le otorga la Ley General de Salud, toca a la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) iniciar un procedimiento para la cancelación del registro del endosulfán en México, y a las autoridades de la Secretaría de Agricultura, junto con las de Medio Ambiente y académicos y organizaciones de la sociedad civil, impulsar un programa para la promoción de alternativas al endosulfán, a fin de cumplir con el compromiso asumido en el Convenio de Estocolmo y proteger la salud de la población y el medio ambiente. Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México (RAPAM) Para mayor información, ver www.rapam.org |