Merecemos la seguridad que había en la época de Mahoma
Viernes 15 de julio de 2011, p. 47
Kabul, 14 de julio. Con tacos altos y velos en la cabeza, un pequeño grupo de mujeres afganas salió el jueves a las calles de la capital, Kabul, para protestar contra el abuso de los hombres en los lugares públicos.
Con carteles en los que se leían Esta calle también me pertenece
y No vamos a soportar más los insultos
, las cerca de 20 mujeres –y algunos hombres que marcharon en solidaridad– protestaron contra los abusos y las persecuciones de las que son blanco en las calles de la ciudad.
Afganistán sigue siendo un país profundamente conservador, con pesadas restricciones culturales y sociales sobre las libertades de las mujeres, a pesar de que la caída del régimen talibán hace casi una década dio lugar a grandes avances.
La idea detrás del abuso en las calles es que las mujeres no deberían salir de sus casas
, dijo la organizadora Noor Jahan Akbar, de 19 años, fundadora del grupo Mujeres Jóvenes por el Cambio.
La atención internacional a menudo se ha centrado en los abusos más extremos contra la libertad de las mujeres, como los ataques con ácido contra las niñas que caminan a la escuela o los misteriosos envenenamientos de gas contra colegios femeninos, incluyendo algunos en Kabul.
La seguridad de las mujeres no es una idea occidental: hasta en la época del profeta Mahoma las mujeres tenían seguridad, podían comerciar, podían salir, y eso es lo que nos merecemos
, enfatizó. Queremos luchar contra esa mentalidad, porque creemos que estas calles nos pertenecen a nosotras tanto como a los hombres de este país
, afirmó.