Sólo uno de cada cinco indocumentados procedentes de Centroamérica que transita por México para llegar a Estados Unidos cumple con su intención. El resto es deportado por autoridades migratorias o es víctima del delito durante su paso por el país, principalmente trata y secuestro.

El Instituto Nacional de Migración (INM) llegó a este diagnóstico tras analizar las recientes características del tránsito de indocumentados, quienes no deben sortear a la migra y a diversos peligros vinculados a la expansión de las bandas criminales.

En años recientes se incrementó la vulnerabilidad y los riesgos de los indocumentados durante su tránsito por territorio nacional y el cruce de la frontera norte de México, debido a la mayor incursión del crimen organizado en actividades relacionadas con dicho fenómeno: tráfico, trata, extorsión y secuestro de migrantes, advierte el INM.

En momentos en que se desconoce el avance de la indagatoria acerca de más secuestros colectivos, según denunció el mes pasado el sacerdote Alejandro Solalinde, en Oaxaca, el INM admite el aumento de las agresiones contra migrantes.

Con cifras al 1º de julio de este año, se precisa –como difundió este diario esta semana– que la tendencia creciente del tránsito de centroamericanos por México reporta, desde 2006, una reducción.

La baja es cercana a 70 por ciento en el periodo 2005-2010 al pasar de 443 mil a 140 mil actos en el referido lustro. Durante 2009 y 2010 los flujos permanecieron estables.

Según la metodología aplicada por el Centro de Estudios Migratorios del INM, el volumen del flujo de personas se puede calcular de manera indirecta o por descarte; esto es: México repatrió a poco más de la mitad de centroamericanos, las autoridades estadunidenses entre 25 y 30 por ciento y sólo entre 15 y 20 por ciento lograron entrar y residir en Estados Unidos luego de haber cruzado de alguna forma por territorio mexicano.

Entre 1995 y 2004, México efectuó seis aprehensiones por cada una de las realizadas por Estados Unidos; para el periodo 2005-2008 la relación fue de dos a uno, y para el periodo 2009-2010 fue de 1.5, señala la investigación del INM, organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación.

De los repatriados por Estados Unidos, el uso del pollero es un factor fundamental para lograr culminar su travesía: seis de cada 10 utilizó a un pollero para cruzar la frontera norte y 43 por ciento lo hizo para atravesar México.

Sobre las características de los migrantes, precisó que en tres años disminuyó la presencia de mujeres en el subgrupo de los retenidos por México; en cambio, aumentaron los menores de edad que viajan sin la compañía de un adulto.