La reunión del presidente Felipe Calderón con líderes de su partido –este fin de semana– es una ocasión propicia para que el Ejecutivo reafirme que es un demócrata y que no se va a involucrar en el proceso de selección del candidato presidencial, señaló ayer Juan José Rodríguez Pratts, integrante de la Fundación Rafael Preciado, del PAN.

Luego de manifestar su respaldo a las aspiraciones presidenciales de Alonso Lujambio, titular de la Secretaría de Educación Pública, porque considera que es el más panista de los siete aspirantes, advirtió sobre el peligro de que Calderón se quiera meter en la contienda interna del blanquiazul.

La primera señal de que eso puede ocurrir se dio cuando se reunió a cientos de delegados y sólo se le dio la palabra a Ernesto Cordero, secretario de Hacienda. Otra fue la publicación de un desplegado donde 134 militantes –varios de ellos colaboradores cercanos del Ejecutivo– expresaron su apoyo al responsable de las finanzas del país. Una más fue el ofrecimiento de Javier Lozano, titular de la Secretaría del Trabajo, de declinar en favor de Cordero.

Rodríguez Pratts advirtió que si fructifica la intención de Calderón, el PAN va a la derrota. Subrayó que Acción Nacional requiere un proceso interno de selección que sea auténticamente democrático, donde no haya presiones desde el gobierno y no se coaccione a los funcionarios para que voten en favor de determinado precandidato.

Manifestó su confianza en que el dirigente del blanquiazul, Gustavo Madero, sabrá conducir un proceso democrático, y se pronunció contra la propuesta de algunos aspirantes de consultar a todo mundo para definir al abanderado. Consideró que el PAN no podría colocar urnas en todo el país y tampoco orientarse con una encuesta.