Aquí no hay hombres y eso no se pregunta. Aquí quien manda es el narcotráfico, fue la respuesta recibida por el periodista y escritor indígena Mardonio Carballo, cuando preguntó: ¿dónde están los hombres?, en una comunidad apartada en el estado de Sonora.

El programa televisivo ...Raíz Luna, el cual conduce, documenta problemáticas como el narcotráfico, la violencia y la migración, que se suman al despojo, discriminación y pobreza ancestrales de los grupos originarios, pero también ha dado voz a propuestas con una imagen digna.

La serie transmitida por Canal 22 comenzó ayer su sexta temporada, como un programa poco condescendiente y que apuesta a que la televisión abra espacios a los pueblos indígenas, sus problemáticas, a veces en confrontación directa con las políticas públicas, explica Mardonio Carballo.

En opinión del ganador del Premio Nacional de Periodismo en 2009, el abaratamiento de la tecnología ha permitido que estos pueblos, por documentalistas indígenas, puedan entablar un diálogo con su entorno, registrarlo con la lente y hablar desde sí mismos. Sin embargo, son pocos espacios donde se pueden proyectar esta contribución al análisis contemporáneo de México desde la visión indígena.

Para cumplir ese objetivo, la sexta temporada de ...Raíz Luna, que se proyecta semanalmente los jueves, a las 21 horas, presentará 12 documentales sobre pueblos autóctonos, realizados en su mayoría por sus integrantes, donde muestran la vitalidad de sus comunidades, su forma de mirar al mundo e invitar a crear un puente con la sociedad. El último reunirá en una mesa de diálogo a especialistas como Virgilio Caballero y Rodolfo Stavenhagen.

Paternalismo, racismo intrínseco

Abrir espacios en los medios de comunicación a la voz indígena para hablar en tono reivindicativo, más duro y real, es lo que realiza Mardonio Carballo y su equipo desde hace más de tres años en televisión, primero en radio al lado de Carmen Aristegui, como una manera de romper con la dinámica del folclor, que refuerza el sentido estereotipado de los pueblos, la artesanía, el colorido de su vestimenta, pero atrás hay todo un cuestionamiento hacia el Estado mexicano, porque debajo del paternalismo, hay un racismo intrínseco”, expone.

La televisión puede ser un instrumento mediante el cual podemos decirle a la sociedad que hay otras posibilidades de generar un encuentro, que a veces no es terso, porque así son las realidades. Entre más nos tardemos como sociedad en reconocer agravios y triunfos, a reconocernos como posibilidad de construcción de un país mejor, más vamos a caer en esa debacle en que parece estar el Estado mexicano y sus integrantes, sentenció.