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La obra de teatro Cocinando con Elisa comenzará temporada en la sala Villaurrutia

A escena, cómo defender los sueños frente al avasallamiento del poder

En México persiste tal racismo que ni siquiera lo alcanzamos a ver, dice el director Enrique Singer

No sabemos exigir buenas cuentas a los poderosos ni seguir a los líderes, deplora

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Marisol Castillo (Elisa) y María del Carmen Farías (Nicole), en una escena de la obraFoto Cortesía de la producción
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Enrique Singer durante la entrevistaFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Viernes 15 de julio de 2011, p. 3

La vieja práctica del autoritarismo que se da en los distintos ámbitos de la vida y el juego de poder entre quienes lo ejercen y lo soportan, se explora en la obra Cocinando con Elisa, de la dramaturga argentina Lucía Laragione.

El montaje comenzará temporada el lunes 18 en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque.

Con la dirección de Enrique Singer y la adaptación de Jaime Chabaud, la puesta en escena se desarrolla en una antigua cocina, donde dos mujeres de diferente raza que muestran el poder que ejerce una sobre la otra, así como la discriminación racial que persiste en México.

La historia gira en torno a una matrona campesina especializada en gastronomía francesa que recibe a una joven negra embarazada, a quien debe instruir como asistente y, mientras cocinan, crece entre ellas un vínculo marcado por el poder.

En entrevista con La Jornada, Enrique Singer señala que la obra es un retrato de sumisión, de poder, de racismo, de clasismo de nuestra sociedad, llevado a una cocina en el campo.

México es uno de los países más racistas que hay en el mundo, no sólo es clasista. Somos de un racismo que ni siquiera nosotros lo alcanzamos a ver. La ayudante de cocina es negra, pero si fuera blanca, la historia sería distinta, explica el director.

Travesía por la cocina francesa

En opinión de Singer, en México no se tiene una visión de lo que implica el poder y se piensa que el poderoso es malo, también considera que la educación católica es la que ha confundido a la sociedad, porque ha colocado a la pobreza y la sumisión como virtudes.

“La cocina, donde se preparan los alimentos, sirve de escenario para reflexionar sobre el uso del poder.

“El problema en el país es que reconocemos que el poder se hizo para enriquecerse y aceptamos a nuestros líderes políticos, religiosos, empresariales y sindicales porque así debe ser.

No sabemos exigir buenas cuentas a los poderosos, no sabemos utilizar el poder; tampoco sabemos seguir a los líderes. Esta obra aborda este tema y también está presente el racismo que golpea a México de manera muy fuerte, asevera Singer.

Cocinando con Elisa es una dramaturgia que invita a la reflexión y a la indagación acerca de los anhelos del ser humano. Es una incitación a romper las cadenas que impiden alcanzar los sueños, así como una travesía por la cocina francesa.

Entre los olores de la comida, Elisa y Nicole se conocen e inician una lucha por el poder; por un lado está la experiencia de la cocinera (Nicole), quien intenta enseñarle a la joven aprendiz el papel que debe seguir y le marca límites, al tiempo que transmite su conocimiento sobre la esencia culinaria, en tanto la joven está ahí para aprender, sumisa como solían ser las empleadas.

“La violencia –manifiesta Singer– también está reflejada en la obra de manera implícita, porque se da fuera del escenario, aunque existen diálogos fuertes entre las protagonistas.

El director asegura que las obras de teatro reflejan la realidad y la mayoría abordan temas sociales, humanos y personales; de alguna manera fotografían los vicios y las virtudes y esto permite al espectador aprender algo sobre las relaciones humanas.

En la puesta en escena, Elisa es interpretada por la actriz afro-colombiana Marisol Castillo, quien considera que en tierras mexicanas no hay muchos papeles teatrales para los afrodescendientes, por eso es un gran esfuerzo continuar en la práctica de este oficio.

Con esta obra, la dramaturga Lucía Laragione obtuvo el Premio María Teresa León para Autoras Dramáticas 1994, otorgado en España.

Con las actuaciones de María del Carmen Farías y Marisol Castillo, Cocinando con Elisa muestra el difícil papel de la subordinación a los deseos y voluntades ajenas, así como la importancia de defender los sueños.

La obra se presentará lunes y martes, a las 20 horas, del 18 de julio al 30 de agosto en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque (Paseo de la Reforma y Campo Marte, atrás del Auditorio Nacional).