Proponen transparentar mecanismos de participación para evitar compra de votos
En la 63 asamblea de la CBI no será abordada la cacería científica
que practica Japón
Miércoles 13 de julio de 2011, p. 44
El Reino Unido presentó ante la 63 asamblea ordinaria de la Comisión Internacional Ballenera (CBI) una propuesta que busca transparentar los mecanismos de participación y comunicación en el interior de dicho organismo para evitar la compra de votos respecto de las resoluciones de protección a cetáceos, dio a conocer Alejandro Olivera, responsable de la campaña de Océanos y Costas de Greenpeace México. Dijo que el balance de la reunión es positivo porque 35 países están en contra de la caza y 18 naciones en favor de la captura de esos mamíferos.
Con dicha propuesta, continuó Olivera, se busca que los países acrediten el interés y la procedencia de los recursos “porque por todos es sabido que Japón practica la compra de votos; la propuesta que presentó el Reino Unido significaría un avance, aunque este año no se discutirán temas centrales como la prohibición de la caza científica
que lleva a cabo Japón, debido a que no hay condiciones, porque la CBI aún tiene una presidencia temporal a cargo de Sudáfrica”.
Cada año la CBI se reúne para discutir temas concernientes a la legislación sobre ballenas, en esta ocasión la plenaria se celebra del 11 al 14 de julio en Jersey, isla que pertenece al Reino Unido.
Respecto de la representación y la posición de México ante la plenaria –a cargo del académico Lorenzo Rojas, del Instituto Nacional de Ecología– Olivera aseguró que nuestro país rechaza la caza seudocientífica que realiza Japón, busca más mecanismos de transparencia, así como espacios para las organizaciones de la sociedad civil; en general México tiene una postura en favor de la ballenas
.
Por otra parte, la organización ambientalista condenó la sentencia del tribunal superior de la ciudad nipona de Sendai, que este martes ratificó la condena a dos activistas de Greenpeace Japón, quienes fueron declarados culpables por robo y apropiación indebida
al presentar una caja de carne de ballena como prueba de tráfico de este producto por parte de la industria ballenera del país asiático.
Junicho Sato –hoy director ejecutivo de Greenpeace Japón– y Toru Suzuki fueron acusados en septiembre de 2010 y condenados a un año de prisión.
La decisión de la corte de Sendai se produce a pesar de que la Agencia de Pesca Japón adimitió que cinco de sus funcionarios y dos oficiales aceptaron en varias ocasiones cajas con carne de ballena como regalo.