El técnico campeón, Raúl Gutiérrez, se definió como un hombre privilegiado por haber tenido la oportunidad de dar una gran alegría a un México tan golpeado, pues explicó que cuando eres jugador no tienes idea del impacto sobre la gente, de lo que significa para ellos el esfuerzo de ir a ver un partido, a veces ni comen... (Como jugador) estás como en una burbuja, explicó.

Me siento muy privilegiado de que con un grupo de jugadores hayamos dado una alegría a México, recalcó Potro Gutiérrez, quien confesó que su idea es dirigir en el futuro en primera división, en Europa o a la selección mayor.

Precisó que este logro no te puede definir como técnico; sí te puede marcar, pero yo siempre he sido profesional en mi trabajo, me entregué en todos los equipos por los que pasé y di lo mejor de mí para el proyecto al que me invitaban a trabajar.

Ante la pregunta sobre el porqué México sí gana con equipos menores y no con el Tri mayor, reflexionó: Pueden ser muchos factores; con los jóvenes uno tiene grandes posibilidades de moldearlos, están en edad en la que ejecutan muy bien lo que tú les pides, tienes credibilidad plena. Luego, conforme van creciendo se vuelven figuras y eso va complicando muchas veces al entrenador, porque no se tiene gran comunicación entre todos los integrantes del equipo y eso genera diferencias que se reflejan en la cancha.

Recalcó que el conjunto siempre tuvo metas muy claras y alabó a su grupo de jugadores, muy capaz de interpretar lo que le planteaba, porque si no tienes a la gente que ejecute de manera correcta, nomás no pasa nada, pero los muchachos coronan ese trabajo con un campeonato mundial.

Gutiérrez resaltó que ir perdiendo en el primer partido sirvió para enderezar el rumbo, corregir a tiempo y enseguida lograr esa conexión mágica con la gente.

A la prensa extranjera le explicó el surgimiento de los turbantes: Son cosas muy típicas de la cultura en México, también habla de la empatía que hubo con la gente. Que llegaran con cabezas vendadas fue maravilloso verlo, porque al fin y al cabo fue parte del apoyo incondicional que nos dieron.

Pero fiel a su estilo y orgulloso del título logrado en casa, lanzó una pulla a quienes dudaron: Logramos un título del mundo con siete partidos ganados, ojalá eso les alcance para creer.

Explicó que Julio Gómez no inició porque presentó un poco de mareo; sin embargo, cuando calentó vio que estaba bien y decidió utilizarlo.

Señaló que él trata de orientar a sus pupilos para que adopten las mejores decisiones, pero lo que necesitan es competencia. Deben seguir jugando y que sus clubes los proyecten, solicitó.

Respecto del rival, indicó: Ya habíamos jugado bastante contra Uruguay y sabíamos lo que podía hacer, cambiamos la formación y tratamos de anular su forma de juego. Conforme avanzó el partido, algunos de los nuestros se cansaron y hubo cambios, con la característica de que siempre nos redituaron.

El estratega agradeció el apoyo que recibió y dijo que el momento más duro fue conformar la lista final, porque dejó fuera a muchos jóvenes que también tenían posibilidades.

Jorge Espericueta, ganador del Balón de Plata, señaló: Estamos muy contentos, pero también hablamos de lo que le pasó a la generación de 2005, ya que muchos de ellos se perdieron en el camino. Nosotros debemos tener los pies firmes en la tierra para no desperdiciar nuestras carreras.

Carlos Fierro, quien se acreditó el Balón de Bronce, expresó: Ganamos siete partidos consecutivos y eso va a quedar para la historia. Mis goles fueron importantes, pero lo mejor es que ayudaron al equipo. Disfruto mucho del trofeo que me dieron, pero es para todo el equipo.

Julio Gómez, premiado como mejor jugador de este torneo, dijo que el Balón de Oro me sorprendió muchísimo, pero trabajé bastante para ganarlo. Estoy muy agradecido con todos los aficionados que se pusieron la venda en la cabeza, pero ese apoyo no fue sólo para mí, sino para todo el equipo. Me quité el casco porque me molestaba, pero jugué con la venda porque nadie se quiere perder una final. Yo no soy héroe, ni nada. Lo es todo el equipo.

El balompié uruguayo avanza

Fabián Coito, timonel uruguayo, felicitó a México y manifestó que el lesionado Rodrigo Aguirre tenía un lugar importante en la planificación, puesto que era el delantero más peligroso con que contaba. “El gol en contra generó neviosismo y desconcentración que derivaron en minutos difíciles.

Nos vamos con sentimiento de tristeza, en esta categoría hay futuro, por algo hemos llegado a la final, nos vamos conformes, nos faltó haber ganado este partido, pienso que hicimos méritos para haberlo ganado, concluyó.

El portero Jonathan Cubero, quien mostraba orgulloso su Guante de Oro al mejor arquero de la Copa, dijo que se trató de un partido muy duro y se mostró sereno ante la derrota.

El futbol es así, tiene tres resultados y hoy nos toco perder, dijo, pero consideró que este subcampeonato demuestra que el futbol uruguayo esta creciendo, como confirmó Peñarol en la Libertadores y la selección mayor en Sudáfrica.

Por su parte, Alejandro Furia indicó que sólo les faltó suerte. Ellos llegaron dos veces y las aprovecharon. Nosotros llegamos más, fallamos y tuvimos dos tiros a los postes.

Sobre jugar ante más de 100 mil espectadores, dijo que los motivó y no los afectó. Fue muy lindo, y eso nos generó ganas de jugar. No nos asustamos para nada, eso no influyó, indicó.

El defensa Emiliano Velázquez mencionó que sólo nos faltó el gol y México es un digno campeón.