Una de las reformas estructurales más importantes y urgentes en el país es el combate a la inseguridad, pues el narcotráfico ha copado una parte importante de la economía, afirmó el director general de Análisis y estrategia del grupo financiero Banorte-Ixe, Alfredo Thorne Vetter.

En conferencia de prensa también habló sobre una previsible reactivación económica derivada del proceso electoral de 2012, que habrá no sólo en México, sino en 40 países, porque el componente económico es en todo el mundo la variable que más mueve electores. Esto, entre otros factores, podría fortalecer el consumo interno y lograr que la economía nacional logre un crecimiento de entre 4.5 y 5 por ciento, manifestó.

Para el principal analista de Banorte-Ixe el tema de la inseguridad es uno de los factores clave para que la economía nacional salga adelante lo más pronto posible y aproveche su potencial de expansión:

“Cualquier beneficio de seguridad en el clima de inseguridad que vivimos va a beneficiar. Nosotros siempre hemos dicho que la pacificación y vencer esta guerra contra el narcotráfico es quizás la reforma estructural más importante que pueda lograr México.

“¿Cómo se logra? No puedo decir exactamente cómo lograrlo, pero el problema no es sólo de inseguridad, sino de la ilegalidad, de la informalidad y una serie de elementos que están alrededor de esta guerra. Lo importante es avanzar y hacer retroceder al narcotráfico que hoy en día ha copado una parte importante de la economía mexicana.

Otro factor clave es la informalidad, pues lo único que hace es restar crecimiento a la economía. Entendemos que es un mecanismo por el cual algunos trabajadores que están desempleados buscan trabajo. Sin embargo, lo más lógico sería organizar a esos trabajadores en empresas y permitir que esas empresas, medianas, salgan adelante, y en ese reto Banorte está muy presente: estamos apoyando fuertemente a la pequeña y mediana empresa, señaló Thorne Vetter.

Destacó que la perspectiva del grupo de analistas a su cargo es la de un crecimiento de 4.5 por ciento para este año, cifra conservadora, porque se mantienen los coletazos de factores de riesgo como los desastres en Japón y los problemas financieros en Grecia y otros países europeos.

También influye en ese cálculo, añadió, el efecto de las materias primas, fundamentalmente el petróleo, y los efectos que provocará en la economía mundial la venta de 60 millones de barriles de crudo de la reserva estratégica de los países desarrollados, y que representará una inyección por 6 mil millones de dólares.

Confiamos en que los tres factores no van a desaparecer, pero el nivel de intensidad y de presión que generaron están detrás de nosotros. (Pero) Hay un riesgo de que a México le vaya mejor. La razón de eso es que vemos a un consumidor gastando un poco más, pero no sabemos cuánto más va a gastar. Gran parte del gasto del consumo tiene que ver con la confianza del consumidor, con qué tan seguro se siente con respecto al futuro del país. Si el proceso electoral, si la economía empieza a ir bien, podríamos tener un consumidor que salga más al mercado, que compre más y eso podría alimentar las expectativas, explicó.

Se preguntó: ¿cómo hacemos para hacer crecer más la economía? Y respondió: “hay tres temas: reformas estructurales. México es un país muy competitivo, compite con empresas muy productivas en Estados Unidos, pero la única forma que México crezca es que gane mayor productividad en todos sus segmentos. Ese es el tema central de las reformas estructurales. Por ejemplo, México exporta principalmente manufacturas al mercado de Estados Unidos, casi 90 por ciento. Sin embargo, en ese país el sector manufacturero representa 12 por ciento de su PIB y el sector servicios representa 65 por ciento de su producto, y México exporta muy pocos servicios. El gran reto de México es cómo capturar ese mercado.

Capturar ese beneficio del sector servicios no solamente depende de las reformas estructurales, sino fundamentalmente de hacer al sector servicios mexicano más competitivo. Eso es fundamental y ahí hay una responsabilidad del sector privado y del público por avanzar en esa dirección. El tercer factor es la demanda interna. Si nuestros estimados son correctos y vemos que la demanda interna empieza a avanzar, eso nos va a permitir mayor ganancia en la parte de competitividad, dijo.