Caña dulce
y! de la caña verde,
¡ay! de la caña brava:
Cuán bonito es el querer,
Cuando el amor no se acaba.
Muchos conservamos todavía el dulce recuerdo de la exposición que sobre el azúcar en México se presentó en el Museo Nacional de Culturas Populares en 2009. Por fortuna la muestra sigue rindiendo frutos, y hoy, además del libro que hemos reseñado, no hace mucho aquí, Un dulce ingenio: el azúcar en México, coordinado por Beatriz Scharrer, contamos con una excelente colección musical: Voces del cañaveral.
Este disco reúne sones, jarabes, canciones, décimas, alabados y poesías que tienen como tema el azúcar; la coordinación estuvo a cargo de Fernando Híjar, quien seleccionó, junto con Ruth A. Sánchez, las composiciones musicales y escribió el texto introductorio.
Como se apunta ahí, el primer cañaveral se estableció en Santiago Tuxtla, Veracruz; hoy, de los 57 ingenios azucareros que hay en el país, 23 se ubican en esa entidad costera. No extraña que varias de las piezas musicales procedan de ese estado; mencionemos La viuda cañera, décimas jocosas de Chucho Gil, en las que el juego con el lenguaje provoca la imaginación de quien escucha y muy pronto la risa cómplice.
La vinculación del azúcar con la música tiene otra presencia muy antigua en los jarabes, que por igual se conocen en Jalisco, Oaxaca, Veracruz o Puebla, entre otros estados. Al respecto puede leerse en el libro el ensayo de Ricardo Pérez Montfort, De jarabes, dulces y alegrías. Ahora Híjar complementa con varias aportaciones, entre otras alguna de Jas Reuter, que amplían el panorama sobre este baile del que hay varios ejemplos en el disco.
Las voces frescas de las mujeres mazatecas, que fueron grabadas por Samuel Martí hacia la década de los 50 del siglo pasado, se alternan con la voz característica de Armando Chacha entonando su composición Flor de caña, con arreglo de Arturo Márquez.
Los pasos de la molienda son descritos en El molendero, de Santos Salvador Cruz, y las luchas sociales de los cañeros en Voces del cañaveral, poesía en náhuatl de Gustavo Zapoteco, y en las Décimas de la molienda, de Alfredo León. Los alabados tzotziles de Chiapas nos remiten a la relación ceremonial de los indígenas con la tierra, aun tratándose de cultivos que llegaron de fuera. Las tres raíces: indígena, negra y española, se unen en esta selección bien lograda y disfrutable.
De la caña sale azúcar,
Azúcar para el café
Lo que ella endulza me sabe
como si le echara hiel.
Nicolás Guillén