on ese título, ilustrado por uno de los cinco cuadros de Manet sobre El fusilamiento de Maximiliano, se llevaron a cabo paneles de discusión en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda (ENAAP, del Centro Nacional de las Artes) entre el 27 y el 30 de junio.
La última congregó a los pintores Patricia Soriano y Daniel Lezama; al curador, crítico y ex galerista Edgardo Ganado Kim y a quien escribe.
La coordinación, no limitada a dar voz, sino a armar los cuatro diferentes cuadros de panelistas, así como a comentarlos, estuvi a cargo del pintor Ulises García Ponce de León, egresado de la ENAP y docente universitario.
Se esperaba un público reducido y sucedió todo lo contrario. Nunca he visto en esa sala de usos múltiples una asistencia tan abundante, por lo que resultó insuficiente. Por tanto, la pintura convoca a estudiantes, recién egresados y docentes de las dos escuelas principales del país, así como a investigadores y docentes de otras dependencias.
La sesión aludida empezó el jueves con la participación de Ganado Kim, quien asumió un tono ligeramente beligerante, cuestionando en principio el título del simposio y la imagen de Manet que lo promovió.
Al respecto tuve que decirle que Maximiliano, contra lo que se cree, fue un liberal, nada reaccionario, que se encontró presa de situaciones absurdas por culpa de Napoleón III et al. Lo hice porque ya estoy harta de que nuestra historia patria sea una serie de luchas entre ángeles y demonios.
Fuera de eso, lo que dijo estableció un buen nivel de discusión entre los demás participantes. Afirmó haber encontrado el año pasado dos pintores que sí han reflexionado en torno a la pintura. Son Yishai Jusidman y Mónica Castillo.
Ambos, a su parecer, se plantearon lo siguiente: ¿cuál es el límite de la representación pictórica? Sí comentó que Mónica Castillo ha decidido no seguir pintando (o hacerlo a cuentagotas), debido a que se ha propuesto, además de reflexionar sobre el acto pictórico, pugnar por la educación de la percepción.
Patricia Soriano se definió como creadora profesional y docente. Hoy día se encuentra en vigencia su exposición en las galerías de la Academia de San Carlos, pero no se refirió a ella.
Utilizó proyecciones con obras de Murakami, Luc Tuyamans y Frank Auerbach (School of London) y alabó la figuración trastocada
de Elio Montiel en el proyecto AKASO, el cual se exhibe en el Museo Universitario del Chopo. Lo hizo con el objeto de mostrar que hoy día la pintura goza de recursos antes no disponibles. Se mostró segura y contundente.
Daniel Lezama exhibe hoy día y hasta el mes de agosto 16 cuadros de formato grande en la galería Hilario Galguera (calle José Rosas Moreno, esquina con Francisco Pimentel, colonia San Rafael), que ya vi, dejándome sorprendida e intrigada, no tanto por la factura que guardan, que es la consabida y la adecuada para la trasmisión del tipo de temas mítico-identitarios que propone, sino por su codificación, inspirada en textos históricos, partiendo del barón Alexander von Humboldt.
A la vez dio cuerpo a un hecho funesto, comentado hasta en obras narrativas. El barbárico asesinato del artista inglés Thomas Egerton (1797-1842) y de su pareja en Tacubaya.
Tal vez fue Egerton, cuyo primer nombre era Daniel, quien desató en su tocayo la moción de representar su asesinato y otras cuestiones escabrosas. No habló de eso para nada durante su participación, que tuvo como eje la siguiente noción: La pintura tiene un bagaje que no tienen otras disciplinas
. Pensando en su exposición, que recientemente había yo visitado, estoy por afirmar que tiene toda la razón en eso.
Otra afirmación que hizo, y que me parece sustentable, es la siguiente. Hoy ya nadie tiene 20, 30 años para aprender a pintar.
Sí estuvo de acuerdo con Edgardo Ganado Kim en que la pintura es el objeto más caro manufacturado por la mano del hombre
.
No obstante, el consumo de pintura sigue. Y eso es cosa que puede comprobarse hasta en las galerías en Internet.
El hecho de que no haya producción relevante, dijo, no implica que no exista consumo.
A Ganado Kim, que le contestó, le parece que los pintores “son de una pretensión tal… que se sienten el centro del mundo, pero que distan de serlo”.
Durante el largo lapso en el que –afortunadamente– los integrantes del público tomaron la palabra, una asistente aseveró que en otros países (no en México) pululan las exposiciones de pintura en galerías y museos. Sylvia Navarrete cuestionó esa opinión: ese tipo de muestras se están dando como un fenómeno a investigar, dando a entender que el fenómeno es retro
.