Bruselas, 2 julio. Los ministros de economía de la eurozona aprobaron este sábado liberar 12 mil millones de euros (16 mil 800 millones de dólares) correspondientes al quinto tramo del préstamo de emergencia para Grecia, con el objetivo de evitar que el país caiga en bancarrota.

Dicha cantidad se entregará el 15 de julio, cuando el FMI otorgue su aprobación. Lo anterior lo declaró Jean-Claude Juncker, jefe del grupo de ministros de finanzas de la eurozona, tras una teleconferencia entre los 17 ministros.

La liberación del tramo de 12 mil millones de euros por parte de la zona euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI) es posible después de que Grecia aprobó el miércoles y jueves pasados reformas de austeridad, eliminando la amenaza de un cese de pagos en el corto plazo.

El plan de austeridad de Grecia tiene como objetivo ahorrar unos 28 mil millones de euros (40 mil 676 millones de dólares) e incluye un programa de privatizaciones valorado en 50 mil millones de euros (72 mil 637 millones de dólares).

Según la declaración ministerial, no se ha tomado ninguna decisión respecto del segundo paquete de rescate que se negocia para Grecia, cuyo valor podrá llegar a 100 mil millones de euros (unos 145 mil millones de dólares), destinado a cubrir las necesidades de ese país hasta 2014.

Añadieron que la zona euro sigue negociando con el sector privado una eventual participación voluntaria en el próximo programa, una exigencia impuesta por Alemania, que ya logró el apoyo de Francia.

Las modalidades precisas y la escala de la implicación del sector privado y de los fondos adicionales procedentes de fuentes oficiales serán determinados en las próximas semanas, aseguraron los ministros

La nueva ayuda también estará condicionada a que el gobierno de Atenas ponga en marcha estrictas medidas de consolidación fiscal, para lo cual podrá contar con asistencia técnica de sus socios de la zona euro y de la Comisión Europea.

El nuevo paquete, que se espera que sea de unos 110 mil millones de euros como el primero, dijeron, giraría en torno a más reformas estructurales ambiciosas y concretas y planes de privatización por parte de Grecia, nación que deberá recaudar 30 mil millones de euros de la venta de activos estatales como parte del paquete.

El financiamiento externo adicional para Grecia en ese periodo, tanto de fondos públicos y privados, podría ser de alrededor de 80 mil a 90 mil millones de euros, dijeron funcionarios.

Se espera que Grecia recaude otros 30 mil millones de euros por concepto de privatizaciones para ese momento.

Ante la crisis de deuda que vive Grecia, el gobierno debe vender varios activos para obtener recursos por 50 mil millones de euros (71 mil millones de dólares), entre los que se encuentran la venta de propiedades gubernamentales como parte del plan de austeridad aprobado el miércoles pasado por el Parlamento heleno, que generó enardecidas protestas de la población.

El gobierno griego pondrá en venta, de acuerdo con The Wall Street Journal: cuatro aviones Airbus, la lotería nacional, participaciones en casinos, puertos, oficinas postales, compañías de agua y minerales, monopolios de electricidad y gas.

Por su parte, el principal partido de la oposición de Grecia votará contra un segundo programa de rescate para el endeudado país, a menos que el gobierno cambie la actual política económica, afirmó el líder político Antonis Samaras

Dado que el Parlamento griego aprobó esta semana dos proyectos que autorizan 28 mil millones de euros (39 mil 700 millones de dólares) en nuevas alzas de impuestos y recortes de gasto, allanando el camino a un desembolso del próximo tramo de ayuda de la Unión Europea y el FMI y para un segundo rescate, Samaras, jefe del partido conservador Nueva Democracia, dijo que su colectividad, que rechazó el primer plan de rescate, también se opondrá a un segundo salvataje si el Gobierno socialista no alivia políticas que según, señaló en entrevista con el semanario griego Real News, sólo perjudican más a la ya golpeada economía.

Votaremos en contra (del rescate), si no cambian la política económica, que es una política de asfixia, declaró Saramas.

Queremos aniquilar el déficit. No queremos poner al pueblo griego, la clase media griega y las familias griegas de rodillas, sostuvo.