La zona metropolitana del valle de México –Distrito Federal y estado de México– presenta grandes rezagos en materia de agua, atención de fugas, tarifas, subsidios y cobertura las 24 horas los siete días de la semana, lo cual es preocupante porque es el área más grande del país y contrasta con las capacidades financieras, económicas e institucionales de sus gobiernos, informó el Consejo Consultivo del Agua.

De acuerdo con los resultados del segundo reporte de indicadores de desempeño de los sistemas de agua potable, alcantarillado y saneamiento aplicado en 50 ciudades, ambas entidades están reprobadas en su política de gestión del agua, donde se considera también el volumen de agua facturada y cobrada, ingresos obtenidos y agua residual tratada, que también son muy bajos. Muchos municipios del estado de México, por ejemplo, se encuentran de manera sistemática en los últimos lugares; tal es el caso de Ecatepec, indicó.

El nivel que mantienen en cuanto a continuidad y extensión en el servicio deriva también en situaciones engañosas, pues se toman decisiones políticas para extender en forma ambiciosa las redes de abastecimiento y drenaje, sin contar con los caudales y los perfiles de presión necesarios o con las instalaciones suficientes de potabilización y bombeo”, comentó Gabriel Quadri, integrante del organismo ciudadano.

Durante la presentación de los resultados, señaló que en la ciudad de México, por ejemplo, la ideología retardataria de los asambleístas y del partido en el poder en ese órgano legislativo (PRD) hizo que la iniciativa enviada por el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, para contar con un órgano autónomo encargado de fijar las tarifas y mejorar el servicio, abortara, y es una pena.

Los riesgos inmediatos se observan en un desempeño operativo muy bajo respecto de otras ciudades del país, lo cual incluso es vergonzoso y una carga inaceptable para las finanzas públicas, pues, con cerca de 2 millones de tomas, apenas cuenta con 922 mil medidores en funcionamiento y existe una gran diferencia entre lo que se factura y lo que se cobra. Ello se traduce en un déficit de entre 3 mil y 5 mil millones de pesos anuales.

Además representa un elemento de inequidad, pues existe un sistema de subsidios generalizados que benefician a la gente de más altos ingresos, con lo cual el desempeño financiero del Sistema de Aguas de la Ciudad de México es preocupante, y se traduce en grandes rezagos en materia de agua y debilidades institucionales, así como asignaturas pendientes en materia de desempeño, agregó.

Consideró que, siendo la ciudad más grande del país, debe preocuparnos porque en la valoración final de los indicadores se encuentra muy rezagada en cuanto a cobertura, servicio y tomas domiciliarias que tienen ciudades como León, Saltillo, Monterrey y Tijuana; situación que también se presenta en el estado de México.

La cobertura porcentual de agua potable, que se asocia con cualquier parámetro de bienestar y desarrollo social y humano, es relativamente baja para algunas ciudades de la zona conurbada del estado de México, situación que también se presenta en cuanto cobertura de alcantarillado; mientras en extensión de servicio Ciudad Nezahualcóyotl y Cuautitlán Izcalli se encuentran en los peldaños más altos, información que debe ser corroborada, indicó.

Hoy día, uno de los más sobresalientes dilemas es la gestión gubernamental directa o la participación de empresas privadas en los sistemas de agua municipales o metropolitanos, por medio de concesiones o contratos de servicio; “y un principio central para resolverlo es la no ideologización, pues se requiere contar con un sistema de coordinación en el valle de México, para atender no sólo el problema del agua, sino su vulnerabilidad hídrica, aseverò