La falla no es culpa de maestros o alumnos; debe cambiarse el modelo educativo, dice investigador
Sábado 25 de junio de 2011, p. 35
Ante el fracaso en la enseñanza de las matemáticas, el crimen perfecto
es culpabilizar a la víctima y decir que el maestro no sabe o que el alumno no quiere aprender, cuando la realidad nos confirma que no es así. Desarrollan saberes matemáticos, aunque éstos no se reflejan en los resultados de pruebas estandarizadas
, aseguraron investigadores del Departamento de Matemáticas Educativas del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional.
En entrevista con La Jornada, señalaron que si bien hacer accesible el saber matemático a los niños de educación básica es un problema que se enfrenta en todo el mundo, esto no quiere decir que estemos condenados a no saber enseñar esta disciplina
.
Por el contrario, indicaron, debemos fortalecer una red de colaboración entre docentes, centros de investigaciones e instituciones de educación superior, que consoliden nuevas herramientas de aprendizaje con alumnos, de formación de docentes, pero también de estrategias distintas de apropiación del conocimiento matemático
.
Advirtieron que es un error
suponer que el aprendizaje matemático sólo está asociado al conocimiento de la materia, cuando en realidad influyen diversos factores
, desde la formación del docente y el acceso a nuevas tecnologías, hasta las condiciones sociales, económicas y afectivas del alumno, que pueden llegar a tener un fuerte impacto en el logro del aprendizaje matemático
.
Ricardo Cantoral Uriza, jefe del Departamento de Matemáticas Educativas, organismo pionero en México en el estudio del aprendizaje y enseñanza de esta disciplina, afirmó que pese a los resultados de la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (Enlace), que ubican a 66.1 por ciento de los alumnos de primaria en niveles elementales e insuficientes de matemáticas, y a 79.3 por ciento de los jóvenes de bachillerato, el problema no está en los maestros ni en los alumnos
.
Aseguró que instituciones como el Cinvestav han aportado soluciones al problema de la enseñanza de las matemáticas en educación básica y media superior, pero el que tengamos un hallazgo en nuestras investigaciones no significa necesariamente que éstas lleguen al aula, pues te topas con todos los obstáculos de un modelo educativo que considera que el saber matemático no se puede tocar y que sólo hay una forma de llegar a su aprendizaje
.
Francisco Cordero, coordinador académico del Departamento de Matemáticas Educativas, destacó que en el aula no existe un mensaje matemático que atrape a todos los alumnos, incluso a los que no serán científicos, y les haga entender que es saber que aplican en su vida cotidiana, es decir, el discurso matemático escolar se separó del sentido común
.
Actualmente, indicó, existe una preocupación máxima por conocer qué saben los alumnos de matemáticas, por eso la aplicación de evaluaciones estandarizadas, pero no se le pregunta al estudiante de primaria o secundaria cómo usa ese conocimiento. Los modelos educativos no se preocupan por entender los usos del aprendizaje, sólo de su acumulación, qué sabe y qué no sabe, descuidando su funcionalidad
.