En la misma entidad, tres hombres fueron acribillados y dos aparecieron decapitados
En acciones violentas mueren 38; ejecuciones en Sinaloa, Durango y Aguascalientes
Sábado 25 de junio de 2011, p. 13
Elementos del Ejército localizaron en el municipio de Benito Juárez, Nuevo León, once fosas clandestinas donde un grupo delictivo enterraba los restos de sus víctimas una vez incineradas en tambos metálicos, y fuentes policiacas estimaron hasta en 15 el número de personas inhumadas en el mismo paraje despoblado donde también encontraron numerosos casquillos percutidos.
En el mismo municipio, el pasado 6 de junio, las fuerzas castrenses ubicaron en la hacienda San Roque tres tumbas con restos de unas siete personas. Un año antes, en la comunidad de Santa Ana, a las faldas del cerro de La Silla, desmantelaron un campamento donde había 13 víctimas enterradas, y un mes después –en julio de 2010– exhumaron los cadáveres de otras 51 en Hacienda Calderón.
Además, en el nuevoleonés municipio de San Nicolás de los Garza tres hombres fueron ultimados a balazos y en el de Los Ramones dos más aparecieron decapitados antes de la medianoche del jueves.
Durante otras acciones violentas 38 personas más perdieron la vida en distintas entidades para un total de hasta 58 en horas recientes, que incluyen cuatro presuntos gatilleros en el Puerto de Veracruz, abatidos al no acatar una señal de alto y abrir fuego contra una patrulla militar en la zona de hospitales, donde también se ubican las facultades de Psicología, Enfermería y Medicina de la Universidad Veracruzana, que tuvieron que suspender sus actividades.
Inmediatamente se movilizaron otros cuerpos de seguridad; a las 15:55 horas el área fue desalojada y acordonada, y a los pocos minutos el gobernador Javier Duarte de Ochoa informó de los hechos en su cuenta de Twitter. Horas después –en otro tiroteo contra militares– un presunto delincuente murió cuando su grupo quiso secuestrar al ganadero Isabel Amador Peralta en el municipio de Isla.
De cuatro decesos computados en Nayarit dos ocurrieron este viernes durante un tiroteo de bandas rivales en la carretera Puerto Vallarta-Tepic, a la altura de la Mega Comercial del municipio de Bahía de Banderas. Uno de los ahora ultimados –que se transportaba en un Tsuru que recibió más de cien disparos– fue identificado como Noé Flores Gracia, ex policía municipal de Santiago Ixcuintla.
En Zapopan, Jalisco, hubo dos ejecuciones y, por otro lado, policías locales protagonizaron una escaramuza en la residencial colonia Loma Bonita contra sujetos armados que no quisieron detenerse y arrojaron una granada que hirió a dos personas y causó daños a unos tres vehículos, pero fueron capturados y confesaron que intentaban saldar cuentas con un rival en la colonia El Sauz.
Ocho de las ejecuciones fueron perpetradas en Chihuahua e incluyen a un policía municipal de la capital. En Ciudad Juárez, los hermanos Juan y David Cardona Trujillo, de 23 y 24 años, perecieron cuando insultaban a una mujer y un desconocido la defendió y los acribilló en la colonia Portal del Valle; mientras en la Jardines de San José fue aniquilado a tiros el estadunidense Edward Javier Johnson García, de 22.
De las restantes ejecuciones cuatro correspondieron a Sinaloa, tres a Durango y dos a Aguascalientes, entre ellas la de un hombre cuyos ejecutores le dejaron adjunto un mensaje: No secuestramos, no extorsionamos, no traicionamos
, firmada por La Oficina. Otro sujeto pereció tiroteado en Baja California y al menos otros siete en Guerrero, de los cuales dos aparecieron encajuelados en un vehículo en la colonia Cuauhtémoc de Acapulco.
En Tultitlán, estado de México, un joven de 16 años e hijo de un policía del Grupo Especial Delta de la policía municipal de Tlalnepantla fue asesinado la noche del jueves frente a su domicilio de la colonia Rinconada de San Marcos. En Colima, durante la persecución en que un sujeto perdió la vida, la procuraduría de Justicia detuvo a Carlos Antonio Bañuelos Sánchez, policía local de Compostela, por su implicación en el asesinato de cinco personas, cuatro de ellas calcinadas en distintas localidades.
En Hidalgo, siete policías de Tizayuca y uno de Mineral de la Reforma que protegían a Los Zetas fueron capturados, lo mismo que un presunto comandante del cártel. En Guanajuato las autoridades informaron que una patrulla fue tiroteada por policías federales, porque agentes descendieron armados de su vehículo y los confundieron con delincuentes.